Pilar García Muñiz: "La guerra, de alargarse mucho, puede dejar una crisis humanitaria sin precedentes"
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Se cumple una semana de la invasión rusa en Ucrania y las tropas rusas siguen avanzando provocando cada vez más sufirimiento a la población civil.
La ciudad de Jersón ya ha sido tomada por los rusos que han entrado por la fuerza en el ayuntamiento. Es la primera gran ciudad que ha tomado Rusia y es una ciudad fundamental porque facilitaría el avance sobre Odesa, un puerto muy importante del Mar Negro. Es un nuevo paso de Rusia por controlar toda la franja costera sur.
Pero la feroz resistencia ucraniana está obligando a cambiar la estrategia de Putin, que tras una primera ofensiva terrestre ha aumentado el lanzamiento de misiles. Es terrible el sonido del misil, ese sílbido que corta el aire y que anuncia una ruina inminente, un daño de consecuencias incalculables.
Allí en Járkov los bombardeos siguen siendo muy intensos y cada vez hay más edificios en ruinas pero todavía sigue en manos de los ucranianos, como la ciudad de Mariupol, aunque ésta ya se encuentra rodeada por las tropas rusas y podría caer en cualquier momento.
La que también resiste, de momento, es Kiev que se prepara para un ataque inminente. Una enorme caravana rusa con blindados, artillería y otros vehículos se acerca a la capital. Una caravana que lleva horas sin moverse, porque hay quien dice que se habrían quedado sin comida y sin combustible, es algo que no está confirmado.
Hoy las delegaciones de las dos partes van a sentarse de nuevo a negociar en Bielorrusia, después de que ayer se cancelara la reunión prevista en Polonia.
Y a todo esto, ya sabemos el material defensivo que va a mandar España a Ucrania después de ese volantazo que dió ayer Pedro Sánchez.
Parece evidente que telefonazo hubo, no se sabe si por parte de la OTAN o de Bruselas, si no, no se entiende que en menos de 48 horas dijera una cosa y la contraria.
Y mandarán sobre todo munición. 700 mil cartuchos ametralladoras ligera y además 1370 lanza granadas contra carro. Son las armas que mandarán a la resistencia ucraniana que sigue aguantando el asedio y el avance de las tropas rusas en una guerra que deja ya más de un millón de refugiados. Más de un millón de personas han salido de Ucrania en solo una semana, escapando de una guerra que de alargarse mucho puede dejar una crisis humanitaria sin precedentes y en Europa.
Todas estas personas pueden moverse libremente por la Unión Europea durante tres meses. A partir de ahí necesitarían un visado. Pero se está estudiando alargar este periodo para que puedan reunirse con familiares, amigos, encontrar un trabajo o acceder a una vivienda.
Es el mayor reto que tiene Bruselas en este momento que ya está estudiando un mecanismo extraordinario de protección temporal para todos los que huyen de la guerra.