La erupción del volcán de Cumbre Vieja no se detiene. En este decimotercer día ha aumentado su actividad sísmica. Hasta 18 terremotos se han registrado en las últimas horas. Sigue expulsando, además, mucha lava de un color rojo intenso. Y no deja de rugir. Ha incrementado, también, sus explosiones aunque los expertos insisten en que el volcán mantiene cierta estabilidad. En las últimas horas ha aparecido, además, una nueva colada por la parte trasera, fruto de un desprendimiento del cono secundario del crater. Es una lengua de lava muy fluida y que desciende ya ladera abajo.
Por si tuvieran poco con todo lo que tienen, supone un motivo más de preocupación y de incertidumbre porque a ver qué trayectoria toma esta colada si se une a la principal o si sigue su camino en solitario suponiendo una nueva amenaza para casas, plantaciones y negocios. De momento, más de 1000 inmuebles se ha llevado por delante la lava de este volcán que no da respiro a los palmeros.
Se está además muy pendiente de la calidad del aire. Por esa nube tóxica que se ha formado desde que la lava entró en el mar y que ha provocado un aumento en los niveles dióxido de azufre en algunas zonas.
De momento, estas emisiones no suponen un riesgo para la salud pero se sigue monitorizando el aire. Y se mira el tiempo también porque si cambian los vientos la nube de gases, además de a Tazacorte, podría llegar a otras localidades comos Los Llanos de Aridane y El Paso, por lo que no se descartan más confinamientos en las próximas horas.
En muchas parte de la isla continúa, además, la lluvia de ceniza mientras en la costa, en el lugar en el que sigue cayendo la lava al mar, sigue creciendo la fajana. En dos días ha creado un saliente que ha ganado ya más de 17 hectareas al Océano tiene medio kilómetro de ancho.
Las imágenes aéreas que se están difundiendo de esa plataforma se ve perfctamente esa nueva península que se está formando en el litoral con todo ese material magmático que está cayendo. Se pueden ver, también, las columnas de humo que se han originado cuando por la entrada en contacto de la lava con el agua salada.
Hoy, por cierto, los agricultores van a poder acceder, siempre que las circunstancias lo permitan, a regar y cortar fruta en varios puntos de la isla porque ese es otro problema, y ellos son otros de los grandes afectados.
Y es que, a las plantaciones que han sido arrasadas por la lava, hay que sumar, también, las que se pueden echar a perder porque los sistemas de regadío han quedado destruídos, o porque no se puede acceder a ellas para su mantenimiento. Más de 20 kilómetros de carreteras han desaparecido y eso impide llegar a ciertas zonas, o te obliga a dar un rodeo enorme por toda la isla.
Es un drama todo lo que está pasando con el volcán, que no solo ha dejado sin un techo a miles de familias, sino que además va a dejar sepultado bajo la lava el motor económico de la isla: las plataneras, el medio de vida de muchos autónomos, agricultores y trabajadores.