Pilar G. Muñiz: "Cada carta es un argumentario para afrontar la crisis de la citación de su mujer"

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Al presidente del gobierno le ha dado por escribir cartas a la ciudadanía. En apenas un mes llevamos 3 epístolas casi mono temáticas. En ellas Sánchez no habla de la investigación abierta sobre su mujer. Lo que se repite constantemente es esa expresión de la máquina del fango de la ultraderecha y esa idea de una conspiración judicial.

Dice que todo es un zafio montaje de la ultraderecha, deja caer que el juez de intentar influir en las elecciones del próximo domingo y avanza que no piensa dimitir como presidente. Algo que no está sentando nada bien en el ámbito judicial como te vamos a contar enseguida.

Por supuesto hay una ración de critica para determinados medios de comunicación, no los cita, que considera al servicio de amplificar un bulo. Lo que no es un bulo es que la esposa del Presidente del Gobierno tendrá que declarar como investigada el próximo 5 de julio ante un delito de corrupción en el sector privado y tráfico de influencias.

Tampoco es un bulo que Begoña Gómez tiene su presunción de inocencia intacta. Se puede y se debe informar de una cosa y de la otra guste o no guste.Las palabras de Sánchez denuncian una estrategia política de cara a las elecciones pero la propia carta es también una estrategia política. Es el mismo juego. Esta nueva misiva a la ciudadanía le sirve a Sánchez para responder políticamente, a su manera y con sus argumentos.

Dice lo que quiere, donde quiere y durante el espacio que quiere. Controla el mensaje sin que nadie le estorbe y sin haya preguntas de por medio. Es como el plasma que tanto se criticaba de Rajoy pero en versión papel. Es un burladero político.Lo que ha dicho lo podía haber dejado en un comunicado pero hubiera quedado muy oficial, mas impersonal. Podría haber escrito una batería de tweets, aunque para eso ya tiene al ministro Oscar Puente. También podía haberse grabado un vídeo pero la carta tiene ese componente reflexivo que se remata con la firma que lo hace todo más personal.

Para ponerle voz, Pedro Sánchez ya tiene a una batería de ministros y cargos orgánicos del partido. El sólo sienta las bases por escrito de la estrategia para afrontar este caso. Cada carta es en realidad un argumentario para afrontar la crisis de la citación de su mujer y el manual a seguir para el resto del partido en los días que quedan.