Pilar García Muñiz, sobre La Laguna: "Es un barrio amenazado que corre también el riesgo de desaparecer"

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Una noche más, de nuevo muy complicada, la que han vivido los vecinos de La Palma, a los que el volcán Cumbre Vieja no les da ni un momento de respiro. En las últimas horas, 500 vecinos que viven en cuatro barrios de Los Llanos de Aridane y Tazacorte han tenido que ser evacuados por el avance de la lava.

Cómo no les va a costar vivir esto si llevan así más de un mes, viendo cómo el volcán continúa su amenaza y sin visos de que pare pronto su destrucción. Desastre, terror, un sin vivir, etc. Son algunas de las expresiones que escuchábamos y que utilizaban estos vecinos que han tenido que dejar sus casas, que pueden pasar a engrosar la lista de edificaciones perdidas.

Están en peligro más de 40 vivendas y ya son 7.500 los evacuados. Los que han tenido que abandonar sus casas esta noche podrán volver hoy durante unos minutos para recoger algunos enseres personales. Son 33 días de dolor, angustia e incertidumbre. Están agotados, tal y como nos ha contado el presidente de la Asociación de Vecinos Velia, Marcelino Rodríguez, que está convencido de que se levantarán de esta con más fuerza.

Ahora mismo hay dos coladas que preocupan especialmente, la que está a punto de llegar al mar por los gases tóxicos que desprende y que obligaría a confinar a más vecinos, y la que está atravesando el barrio de La Laguna. Esta última no la pierde nadie de vista porque en función de la trayectoria que tome hará más o menos daño.

La esperanza es que discurra por la zona sur de la montaña de La Laguna. Si por el contrario se adentan por la cara norte la situación sería mucho más complicada. En caso de que la colada no se detenga en unas horas, porque esa es otra, se podrá saber qué tratyectoria ha seguido finalmente.

De momento, allí en La Laguna, la lava se ha llevado por delante unas cuantas casas, la gasolinera, el campo de fútbol y está a pocos metros de la iglesia de San Isidro y tocando la pared del colegio municipal. Me acaba de mandar una fotografía nuestro compañero de COPE Canarias Santi Morollón e impresiona ver cómo esa colada está pegada literalmente al colegio. A nada que avance pasará por encima del centro escolar.

En definitiva, todo un barrio amenazado que, igual que pasó con el de Todoque, corre también el riesgo de desaparecer.