Pilar García Muñiz: "Esta guerra de Putin es también un pulso a Occidente y aquí ya no valen las tibiezas"
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Quinto día ya de la invasión de Rusia a Ucrania. Pensaban los rusos que esto iba a ser un paseo militar, una guerra relámpago como pasó en 2014 con Crimea, donde llegó, pegó el golpe, y apenas encontró resistencia, tampoco por parte de la UE que más allá de unas sanciones que ni despeinaron a Putin, poco más hizo.
Esta vez sin embargo la cosa es muy diferente: Rusia contaba con una caída temprana de Kiev y con un gobierno ucraniano depuesto, y se está encontrando con una defensa de los ucranianos que están mostrando un orgullo y un valor aplaudido en todo el mundo.
Igor que vive en Ucrania en una zona prácticamente pegada a Rumanía, uno de los países que más refugiados está recibiendo, también Hungría, Eslovaquia y sobre todo Polonia. Hoy por cierto La Tarde de COPE estará allí, en esa frontera polaca, con Fernando de Haro para contarnos en primera persona el éxodo de los refugiados.
Por cierto, Rusia ha anunciado la creación de un corredor humanitario para que los civiles puedan abandonar Kiev, aunque la población ucraniana recela de este tipo de gestos. Sobre todo cuando desde que comenzó la invasión soldados rusos se han hecho pasar ucranianos para boicotear todo lo que pueden.
Por cierto, en Kiev las autoridades reconocen que las tropas rusas están a las afueras, pero desmienten que la capital haya sido sitiada. Pese a ello, Victoria, una ucraniana que vive allí, narra en Herrera en COPE que la situación empieza a ser preocupante.
El gobierno ucraniano también niega que Jarkov, la segunda ciudad del país, haya sido tomada por los rusos. Allí hay enfrentamientos y tropas de infantería avanzando calle a calle tras vehículos blindados.
Hoy las dos partes, invasor e invadido, están negociando en la frontera con Bielorrusia, con pocas esperanzas por parte de Zelenski. El Vaticano por cierto se ha ofrecido como mediador entre ambos bandos.
Y mientras parece que la Unión Europea ha despertado de su letargo y, en las sanciones contra Rusia, ha mostrado una cohesión que no se veía en muchísimo tiempo. De hecho por primera en la historia financiará la compra y entrega de armas a un país atacado.
Es decir, que ya no solo van a entregar material defensivo, ahora también ofensivo.
Y entre las medidas económicas, está la paralización de transacciones del Banco Central de Rusia y la expulsión de varios bancos rusos del sistema de pagos 'Swift'. Esto de alguna manera nos va a perjudicar, es así, y en Bruselas lo saben, pero a quién más daño le va a hacer es a la economía rusa.
La Unión Europea no tenía alternativa. Esta guerra de Putin es también un pulso a Occidente y aquí ya no valen las tibiezas, porque Europa se está jugando también su futuro. Y la única arma que tiene para luchar es la económica, asfixiar a Rusia y a su moneda, y de paso lanzar un mensaje para todos los populismos y autoritarismos. La reacción de Putin ha sido la de subir el órdago y poner en alerta maxima su fuerza nuclear.