Pilar García Muñiz, sobre la vacunación obligatoria: “Tarde o temprano, alguien tendrá que abrir este melón”
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Buenas tardes, en este viernes en el que buena parte de la península se asoma a la calma después de la tempestad provocada por la DANA que ha barrido buena partes de la Península. Hoy en Mediodía COPE estamos contando y explicando, ¿quién se hace cargo de la factura de los daños?
Un viernes en el que desde Europa nos llega un noticia que perfectamente puede servir como aviso a navegantes, vacunados o no. Especialmente para los segundos.
El gobierno Alemán, propone la vacunación obligatoria de personal que trabaje en ciertas profesiones como pueden cuidadores de guardería o sanitarios. La propuesta será votada el martes en el Bundestag.
No es el primer país europeo que abre esta puerta, el primer ministro Italiano, Mario Draghi se ha mostrado partidario de hacer la vacunación obligatoria en determinados sectores sanitariamente vulnerables.
En Alemania, la propuesta tiene que salir adelante. En Italia, el primer ministro habla abiertamente de ello y Estados Unidos, por ejemplo, el Pentágono ha decretado la vacunación obligatoria para en las Fuerzas Armadas.
Este es un Melón que tenemos encima de la mesa y que tarde o temprano en España tendremos que abordar. En nuestro país las vacunas no son obligatorias excepto en el caso de un grave problema de salud pública. Lo que sí hay son recomendaciones sobre la administración de vacunas, que por ejemplo encontramos en los calendarios vacunales de cada Comunidad autónoma, pero no es obligatorio, por ejemplo, vacunar a tus hijos contra la Meningitis, es algo opcional.
Ahora bien, la clave esta en ese matiz legal de “grave problema de Salud publica” y aquí la pregunta, ¿se puede considerar ahora mismo al coronavirus un grave problema de salud pública?
A la vista está que España se ha decantado por mantener la vacunación como algo voluntario. Hasta ahora ha ido bien porque ya hemos superado el 70% de la población inmunizada contra la COVID pero los expertos advierten que ese porcentaje se ha quedado corto ante la expansión de la variante Delta y el nuevo objetivo se sitúa en el 90%. Más de 8 millones de españoles, mayores de 12 años, todavía no se han vacunado.
En nuestro país los antecedentes inmediatos para hacer obligatoria una vacunación dejan claro que es un límite que, hasta ahora, solo se ha traspasado con autorización judicial. Por ejemplo, un juez de Granada obligo en 2010 a la vacunación de un grupo de niños por un brote de sarampión en un centro escolar. El matiz está en que, este caso, esta muy limitado y el coronavirus es una pandemia de alcance global.
Lo dicho, el debate está encima de la mesa, y hay regiones que preparan el camino. El gobierno de Canarias prepara un decreto en el que contempla la posibilidad de obligar a la vacunación para determinados sectores sensibles. Por ahora es eso, una herramienta por si fuera necesario obligar a la vacunación.
Por ahora, en Canarias solo se exige una prueba negativa y se recomienda presentar el certificado de vacunación si se tiene para acceder a determinados como sanitarios o cuidadores de residencias.
Es un decreto que desarrolla Canarias, otras comunidades pueden hacer lo mismo. Al contrario que en Alemania e Italia, donde el asunto se está abordando como una cuestión de estado, aquí, por ahora, cada región hace de su capa un sayo.
Como tantas veces hemos repetido, sigue siendo bastante conveniente actualizar la ley sanitaria para adaptarla a pandemias como las que estamos viviendo. Tarde o temprano, alguien tendrá que abrir este melón, mejor con una rebanada y no con 17.
Y ojo también a las informaciones que citan que la fiscalía investiga si el Rey emérito, Don Juan Carlos cobró comisiones de forma ilícita.
Nada parece casual. Esta información sale justo en el día en el que la cuestionada Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, se ha reunido con Pedro Sánchez y justo cuando desde COPE, Carlos Herrera ha contado la intención del Rey Juan Carlos de visitar España. Ahora la fiscalía aclara que por ahora no hay ninguna acusación. Quizás estemos, parafraseando a Shakespeare, en mucho ruido y pocas nueces.