Pilar G. Muñiz "Pedro Sánchez ha reconocido implícitamente que no es un trago de buen gusto"

- 2 MIN

Ya es un clásico que la política acabe embarrada en el fango judicial. En lo que llevamos de democracia han sido cientos los casos de corrupción que han acabado en los tribunales. Y alguno de estos casos incluso terminó con la caída de un gobierno, como le pasó a Mariano Rajoy con la sentencia del caso Gürtel que provocó la moción de censura de 2018.

La mezcla fatal de política y juzgados la hemos visto muchas veces y la seguimos viendo, pero lo de hoy tiene un matiz novedoso.Un juez ha abierto diligencias, investiga, un delito de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, presuntamente cometido por Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La denuncia la ha presentado una asociación llamada Manos Limpias que también han tenido sus problemas con la justicia aunque recientemente salieron absueltos. Hay que recordar que en su día consiguieron sentar en el banquillo a la Infanta Cristina por el caso NOOS en el que Iñaki Urdangarín fue condenado.

La denuncia de Manos Limpias se basa en las informaciones periodísticas que señalan la relación de la esposa del presidente con varias empresas privadas. Esa relación viene a través del África Center, una entidad dirigida por Begoña Gómez para impulsar proyectos empresariales en el continente africano.

Lo que apuntan las informaciones es que Begoña Gómez mantenía reuniones con estas empresas para lograr patrocinios. Esto no tendría nada de especial si no fuera porque estas mismas empresas obtuvieron algún tipo de ayuda o adjudicación por parte del Gobierno. Aquí está el lío.

Ahora hay un proceso en el que el juez investiga y esto puede acabar sin trascendencia ninguna o puede acabar con la citación de la propia Begoña como investigada para que aclare todo aquello que el juez considera oportuno. A partir de ahí ya veremos. Esto tampoco significa nada pero si fuera citada, la foto ya sería potente y sobre todo inédita, como lo fue la de la infanta Cristina.

Políticamente el asunto tiene bastante miga, tanto que hoy Pedro Sánchez reconocía implícitamente que no es un trago de buen gusto.Lo mismo puede estar pensando ahora mismo Isabel Díaz Ayuso en medio de la tormenta política desatada en torno a su pareja señalado por un presunto fraude fiscal a través de las filtraciones a la prensa de la propia fiscalía. Claro que Sánchez no creo que se refiera a Ayuso cuando habla de independencia judicial.

Con la investigación sobre la esposa del presidente del Gobierno arranca un nuevo culebrón judicial. La denuncia contra Begoña Gómez no la hace culpable de nada y por el momento todo son especulaciones, incluso para el juez. Ya veremos en qué queda todo, pero pase lo que pase, en este caso de la mujer de la presidenta del Gobierno, es inevitable pensar en una frase muy popular: La “Mujer del César, no sólo tiene que serlo, sino también parecerlo”.

Programas

Último boletín

13:00H | 24 NOV 2024 | BOLETÍN