Le ponen una condición para seguir viviendo en su barrio de Valencia y, al conocerla, no le queda otra que irse de la ciudad
Daniela explica en COPE la razón por la que se ha tenido que ir de Valencia tras tantos años viviendo en la ciudad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El problema de la vivienda en España sigue afectando a miles de personas y, por ello, COPE se ha centrado esta semana en un drama que va a más. El precio del alquiler se ha disparado en los últimos años, haciendo que muchas familias y trabajadores con sueldos medios no puedan permitirse vivir en las ciudades donde han desarrollado su vida. En zonas especialmente tensionadas, como Valencia, el acceso a una vivienda se ha convertido en una carrera de obstáculos que obliga a muchos a buscar alternativas fuera de su entorno habitual.
En el barrio del Cabañal, uno de los más afectados por la proliferación de pisos turísticos, los precios han aumentado de manera descontrolada. Hace apenas tres años, un pequeño piso en alquiler costaba entre 400 y 600 euros al mes. Hoy, esos mismos inmuebles han duplicado o incluso triplicado su precio. Esta situación ha obligado a muchas personas a abandonar su hogar de toda la vida. Es el caso de Daniela, madre de familia, que se ha visto forzada a dejar Valencia tras enfrentarse a una condición inaceptable para poder alquilar.
"Con niños, no": la condición que le obligó a marcharse
Daniela relata su experiencia con frustración y resignación. "Nos vamos a vivir fuera porque realmente nos hemos visto obligados por las circunstancias", explica. No solo ha tenido que lidiar con la subida de precios, sino que también se ha encontrado con negativas directas por parte de agencias y propietarios debido a que tiene hijos.
"Ha habido agencias que nos han dicho que no, con niños no. Otros nos han dicho que no, solo corta duración. Muchos son solo para estudiantes o pisos turísticos", cuenta Daniela. Ante este panorama, la decisión no ha sido fácil, pero tampoco ha tenido otra opción: "Al final hemos tenido que salir de la ciudad muy a nuestro pesar".
Su caso no es aislado. Son muchas las familias que encuentran trabas para alquilar una vivienda simplemente por tener hijos. Los propietarios, en muchos casos, prefieren inquilinos sin niños por miedo a posibles problemas o a un uso más intenso del inmueble. Esta discriminación, sumada al incremento de los precios, está expulsando a las familias de las ciudades.
Valencia, una de las ciudades con el alquiler más tensionado
El problema del acceso a la vivienda no solo afecta a Valencia, pero esta ciudad es uno de los puntos más conflictivos. En barrios como el Cabañal, la proliferación de pisos turísticos ha reducido la oferta de alquiler de larga duración, haciendo que los precios se disparen.
Begoña, otra afectada, ha vivido una situación similar. A pesar de tener un buen sueldo como responsable de comunicación de una empresa, no ha podido seguir pagando su alquiler y ha tenido que volver a casa de sus padres. "Me querían subir la mensualidad de 750 a 1.200 euros por un piso de 40 metros cuadrados en el centro de Valencia", explica. Su alternativa es ahorrar durante al menos dos años para poder plantearse una nueva opción de vivienda.
La situación en otras ciudades de España
El caso de Valencia no es único. En otras ciudades como Bilbao, Madrid o Barcelona, el mercado del alquiler también se encuentra tensionado. Rodrigo, funcionario en Bilbao, ha tenido que mudarse a Cantabria, a 30 minutos en coche de su trabajo, para poder encontrar un alquiler asequible. "Estuve mirando en Sopelana, Plencia y el propio Bilbao, pero me resultaba prácticamente prohibitivo. Me decidí por Castro-Urdiales, sobre todo por el tema económico", explica.
Los expertos coinciden en que la falta de vivienda disponible es uno de los principales problemas. En España, según datos del Banco de España, se necesitarían 600.000 viviendas nuevas al año para cubrir la demanda. Sin embargo, la oferta sigue siendo insuficiente y las políticas de vivienda no han logrado estabilizar el mercado.