El cristianismo vuelve a renacer en la Llanura del Nínive diez años después del genocidio en Irak

Diez años han pasado ya desde aquel seis de agosto del 2014, cuando en Irak, miles de familias, miles de familias cristianas, se vieron obligadas a huir de sus hogares tras la entrada del Estado Islámico. Ocurrió en la Llanura del Nínive, a orillas de río Tigris, al noroeste de la ciudad de Mosul. Hoy queremos repasar lo que ocurrió exactamente allí,y, sobre todo, conocer cómo se encuentra la situación actualmente diez años después.

El sacerdote Naim vivió en primera persona la invasión islámica

Naim Shoshandy es sacerdote originario de la misma Llanura del Nínive, concretamente de la ciudad de Qaraqosh y fue testigo de la invasión hace diez años. Era la primera vez en la historia en la que se produjo la desaparición total de la presencia cristiana en la zona y el único momento en que las campanas de las iglesias dejaron de sonar. Naim nos ha contado en 'Mediodía COPE' que fueron tres las condiciones que el grupo impuso cuando llegó al territorio: convertirse al islam, pagar un impuesto islámico o abandonar el territorio bajo amenaza de muerte... Si en algo coincidieron los más de 120.000 cristianos que se vieron obligados a escapar fue en que no estaban dispuestos a renunciar a su fe.

Al igual que Naim, la mayoría de los cristianos huyeron hacia el norte, hacia la zona del Kurdistán iraquí y en la ciudad de Erbil, los esperaban campos de refugiados que se convirtieron, durante un largo período de tiempo, en un nuevo hogar para muchos.

Más de 120.000 cristianos se negaron a renunciar a su fe

Fue en 2016 cuando el Parlamento Europeo reconoció como genocidio, la irrupción del ISIS en las tierras iraquíes y, un año más tarde, el 9 de diciembre 2017, el primer ministro irakí, Haider Al Abadi, anunciaba la derrota del grupo terrorista gracias a la operación internacional liderada por Estados Unidos que se puso en marcha tras la invasión y en la que también participaron las Fuerzas Armadas españolas.

Algunos años más tarde, en 2021 se produjo un viaje histórico y el primero de un Pontífice al país asiático. El Papa Francisco recorrió ciudades como Mosul y Qaraqosh mostrando su apoyo a los familiares de las víctimas del Estados Islámico y también a los cristianos que sufrieron y siguen sufriendo la persecución religiosa.

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La presencia cristiana está volviendo a renacer en la zona

A pesar de todo el sufrimiento, de todo el dolor que trajo consigo este clima de violencia, hoy, diez años más tarde, podemos afirmar que la presencia cristiana, poco a poco, está volviendo a renacer en la zona.“El cristianismo está presente en esta tierra de persecución, para mí es un milagro y una alegría que nos llena de esperanza e ilusión... nos anima a seguir ayudando a los que lo necesitan y a dar el testimonio de Jesús”.

La principal ciudad cristiana de Irak es Qaraqosh, donde antes de la invasión había unos 50.000 cristianos y ahora, han regresado al territorio unos 25.000, y una organización que ha tenido mucho que ver en esta vuelta del cristianismo ha sido la Fundación Pontificia de Ayuda a la Iglesia Necesitada: desde que se produjo la invasión se han destinado más de 56 millones de euros para la construcción de viviendas y refugios temporales, la ayuda de emergencia o la construcción de escuelas.

Irak se ha convertido en un país prioritario para ACN, un país en el que toda ayuda, por pequeña que sea, es bien recibida, un país en el que merece la pena sostener el cristianismo. Diez años después, la situación en la Llanura del Nínive se muestra muestra diferente y mira con los ojos de esperanza hacia el futuro.

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