La preocupación de los vecinos de la comarca de Liébana por unos visitantes peligrosos en busca de comida

Son osos pardos que bajan cada noche del monte en busca de miel, cerezas y agua. El alcalde de Cabezón de Liébana, en Cantabria, le ha contado a Pilar García Muñiz la solución

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Jesús Fuente, alcalde de la localidad cántabra de Cabezón de Liébana, en Mediodía COPE

Gloria López NavasRaquel Pérez Polo

Publicado el - Actualizado

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Se han convertido en unos vecinos más de la comarca de Liébana, en Cantabria. Se trata de los osos pardos que, en las últimas semanas, están campando a sus anchas por pueblos como Cabezón de Liébana, Frama y Cabariezo.

Bajan a comer de los árboles frutales y cada vez están más cerca de las casas, hasta escarban en las bolsas de basura. Vamos que para ellos estos pueblos se han convertido en una especie de supermercado.

Les gustan, especialmente, las cerezas y la miel. De hecho, han llegado a destrozar doce colmenas de las 30 que tenía un vecino de la zona. Y eso que estaban rodeadas por vallas electrificadas, pero el animal fue listo e hizo un agujero en el suelo para poder pasar a darse el festín sin sufrir las consecuencias.

Manuel Relea, es uno de los vecinos que hace una semana se cruzó mientras conducía por Frama con una osa que corría por la carretera. Al ver las luces del coche, el animal se asustó y se marchó corriendo, pero lejos de irse monte arriba, se coló en una calle estrecha entre un coche y una casa. Manuel fue rápido y grabó el vídeo que puedes ver aquí.

Alberto Soberao es otro residente que se asomó una noche a la ventana y vio como un oso se llevaba en la boca a un cabrito de otro vecino o Pablo que tiene más que estudiado el recorrido que suelen hacer estos osos: bajan hasta el río a beber agua, se comen las cerezas que hay detrás de su casa y cuando se quedan satisfechos regresan al monte por donde habían venido.

Y estamos hablando de animales que no son precisamente pequeños. Los adultos pueden alcanzar los dos metros de altura a dos patas. Y mientras las hembras suelen pesar unos 130 kilos, los machos pueden superar los 200 kilos.

Más allá de los destrozos que están haciendo, los vecinos temen que pueda ocurrir una desgracia si no se toman las medidas oportunas.

"Al ver a los humanos, huyen, pero no puedes estar tranquilo porque son animales salvajes que no sabes cómo van a reaccionar. La gente está preocupada, antes salían por la tarde al anochecer a andar y ahora, pues, tienen miedo de encontrarse con los osos", dice en Mediodía COPE, Jesús Fuente, alcalde de Cabezón de Liébana, en Cantabria.

Los osos bajan a los pueblos a buscar comida porque en el monte no la tienen, por ello una de las soluciones que proponen desde la Fundación Oso Pardo es replantar el monte, "si se plantaran árboles frutales pues no bajarían, sería una solución intentarlo" dice el alcalde que admite que "la solución no es fácil".

Por ello, y aunque no hay un protocolo de actuación, "si te tropiezas con uno de estos osos lo mejor es no vocear ni echarte a correr, ir retrocediendo poco a poco, ¿pero quién es el que si ve al oso se queda quieto?", concluye Jesús Fuente.

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