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"A veces, la montaña solo da dos opciones, o quedarte a morir o intentar salvar tu vida"
Es la reacción de Carlos Soria, alpinista español que intenta alcanzar el reto de subir los catorce ochomiles, tras perderse el rastro de un montañero polaco en el Nanga Parbat (Himalaya).
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un equipo de escaladores polacos ha logrado rescatar a la montañera francesa Elisabeth Revol, atrapada desde el viernes en el monte Nanga Parbat, en el Himalaya paquistaní, junto al también polaco Tomasz Mackiewicz, al que dan por hecho que no podrán salvar.
Los escaladores alcanzaron de madrugada a Revol en torno a los 6.800 metros de conocida como la "montaña de la muerte", tras varias horas de escalada durante la noche. Por su parte, el rescate de Mackiewicz se ha cancelado debido a las malas condiciones meteorológicas a partir de los 7.000 metros. Todo apunta a que el alpinista polaco debe haber fallecido.
Revol y Mackiewicz hicieron cumbre en el Nanga Parbat el jueves de la semana pasada y durante el descenso al día siguiente quedaron atrapados por el mal tiempo en torno a 7.400 metros. La francesa consiguió seguir descendiendo con dificultades y contactó con las autoridades paquistaníes pidiendo ayuda.
Este pico es conocido como la "montaña de la muerte" por los 80 alpinistas que han muerto en sus laderas desde el primer intento por escalarla en 1895, algo que logró por primera vez el austríaco Hermann Bulh en 1953. "Es una montaña muy dura, tiene una historia de muerte sobre todo alemanes. Pese a ser conocida como la montaña asesina, ninguna montaña es asesina, en absoluto" dice Carlos Soria, el alpinista español que sigue embarcado en subir los 14 ochomiles del planeta.
El Nanga Parbat tiene una pared de 4.000 metros que escalar, lo que supone uno de los mayores retos en montañismo en una montaña en la que además son frecuentes las avalanchas. El riesgo es evidente y a veces, hay que tomar decisiones muy duras, como abandonar a un compañero, "es una decisión personal, ahora mismo hay mucha gente que dice, no se puede abandonar a un compañero. Puedes tomar dos decisiones o quedarte a morir con él o salvar tu vida. A esa altitud, es muy difícil y para gente muy especial y dos personas solas es imposible que uno ayude a bajar a otro" afirma Carlos Soria que recuerda que donde se quedaron los alpinistas, "es una zona en la que hay que andar, él no veía, no podía andar y lo mejor que ha hecho era salvar su vida y lo ha hecho con un esfuerzo titánico. Conozco a una pareja en el Everest que él se quedó a morir con ella porque tomó esa decisión, pero lo lógico es que a esa altitud no puedas hacer nada una persona sola e intente salvarse y buscar ayuda".