Cocerse esperando el bus tiene los días contados: llegan las marquesinas del futuro

Un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla ha diseñado una parada bioclimática que reduce la temperatura en las horas de más calor del día

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Redacción Poniendo Las Calles

Publicado el - Actualizado

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Las temperaturas han comenzado a descender en nuestro país, sin embargo, el calor que hemos pasado este verano va a ser inolvidable. Y existen espacios donde la sensación térmica aún ha aumentado más. Un ejemplo de ello son las marquesinas, donde los cristales hace efecto invernadero. Pues bien, puede que esto acabe antes de lo que te piensas, ya que un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla ha diseñado una parada bioclimática que reduce la temperatura. Para conocer más en profundidad este invento, 'Poniendo Las Calles' ha contado con el Ingeniero Industrial y profesor en la Universidad de Sevilla, José Sánchez Ramos.

Las ciudades cada vez tienen temperaturas más altas. Esta afirmación fue la que motivó a los investigadores a conocer los espacios donde se acumulaba más calor. Para ir más allá, en cada uno de los lugares críticos, monotorizaron los parámetros térmicos de los usuarios y, una vez tenían esos datos objetivos, les hicieron completar unas encuestas para saber si su sensación subjetiva concordaba con el análisis previo. De esa manera, aparecieron los patios de colegio, los parques, las plazas de encuentro, o los lugar de espera del transporte público. Y es que, en este último, se pueden llegar a acumular temperaturas por encima de los 35 grados, por lo que remediarlo se ha convertido en un desafío.

Y la idea para ello es crear una parada bioclimática. La marquesina funciona mediante radiación térmica, lo que es una forma de transferencia de calor o frío que ocurre cuando un objeto emite ondas electromagnéticas debido a su temperatura. A través de los sensores que tiene conectados, diagnostica si el agua tiene que circular para refrigerar el lugar. De esta manera, se pueden llegar a reducir hasta 20 grados la marquesina, durante unos 10-20 minutos, que es el tiempo medio que se pasa en este espacio. Pero, ¿se puede utilizar para calentar también cuando comience el frío? La respuesta es sí. Así lo explica el Ingeniero Industrial y profesor en la Universidad de Sevilla, José Sánchez Ramos en 'Poniendo Las Calles'.

Es una gran idea, pero que necesita seguir unos requirimientos. Una de las claves para que sea aprobada, es que deben tener el mismo corste que las marquesinas normales, un reto que los investigadores ya han solucionado al ahorrar en los cristales de la paradas convencionales. Ahora, otro de los factores a tener en cuenta es la obra que conlleva para incorporar en la vía pública los elementos innovadores. Por eso mismo, abogan por aprovechar las renovaciones de las calles para llevar a cabo ese proceso.

El prototipo se instalará, en principio, el año que viene en Sevilla. De ser un éxito, su aplicación se podría extender a otros puntos del país e, incluso adaptarse a otros espacios donde la acumulación de calor es masiva, como son los parques, las plazas o los patios de recreo. De hecho, esta idea ya está en proceso, de ahí que se haya creado un catálogo de elementos con este fin. Está claro que, si las temperaturas siguen subiendo verano tras verano, soluciones como las marquesinas bioclimáticas pueden ser fundamentales para hacernos más llevaderas nuestras incursiones a la calle.