La realidad tras las fotos pornográficas falsas de Rosalía: “Monetizar y aprovechar la reputación ajena”

Las redes sociales, así como el desarrollo de las nuevas tecnologías, están permitiendo que se cree contenido que vulnera los derechos gracias a la inteligencia artificial

Redacción Poniendo Las Calles

Publicado el - Actualizado

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La inteligencia artificial ha cambiado el mundo en el que vivimos, pudiendo encargarse de hacer cosas que los seres humanos no somos capaces, o no con tanta rapidez. La capacidad de crear todo tipo de contenido usando este tipo de inteligencia no deja de sorprendernos. La gente ha caído en trampas con imágenes del Papa vestido a la moda o vídeos falsificados de presidentes.

En los últimos días se han difundido diferentes deepfakes pornográficos de cantantes como Aitana y Rosalía. Un deepfake, es una especie de imagen, un vídeo o incluso un audio, que imita perfectamente la apariencia y el sonido de otra persona, todo a través de inteligencia artificial. Este tipo de inteligencia está dando todas las facilidades para que ese tipo de delitos se puedan cometer. En 'Poniendo las Calles' queremos profundizar en el tema, preguntándonos si existe alguna ley que nos ampare si en algún momento somos protagonistas de estas composiciones falsas. José Ramón Gil es abogado del despacho Lex Juridic, especializado en nuevas tecnologías y hoy nos ha ayudado a poner las calles.

“Es la posibilidad de crear contenidos, que en sí mismo son falsos, a lo mejor en base a contenidos preexistentes y muchas veces incluso mediante herramientas como la inteligencia artificial, en este caso, con el riesgo de generar una inmensa desinformación.” - explica José Ramón a Carlos Moreno 'El Pulpo'. - Muchas veces cuesta discernir lo que es real de la mentira, con las consecuencias que ello implica.

Legalización de los servicios digitales

En este momento, a nivel normativo, existe una mesa de tres patas. En un primer punto, la ley de servicios digitales que viene a regular la responsabilidad de los intermediarios, de todo lo que rodea a lo digital, tanto proveedores de acceso, buscadores. Por otro lado, la ley de mercados digitales, lo que se conoce como el reglamento DNA, que se ocupa fundamentalmente de las grandes plataformas de acceso al mundo digital, aquellos que generan o gestionan gran parte del flujo de información. Ambos reglamentos nacieron el pasado año, 2022. “La idea es que lo que es ilegal offline, sea legal online, es decir que lo que es ilegal en el mundo real, también lo sea en el virtual.” - especifica el entrevistado.

En tercer punto, existe un código de buenas prácticas, nacido en 2018 en la Unión Europa que busca evitar la desinformación y ha venido reforzado con un código de 2022, que establece qué compromisos y qué medidas se adoptan para contrarrestar la desinformación en linea. Está firmado por 34 signatarios entre los que se encuentran empresas como Meta, Mozilla, Google o Microsoft. Recientemente Twitter ha abandonado este código. “El incumplimiento puede dar lugar a sanciones económicas bastante severas que alcanzan un porcentaje bastante elevado de la facturación global de esas empresas.” - explica en 'Poniendo las Calles'.

“La cuarta pata sería el proyecto de reglamento para inteligencia artificial, un elemento esencial para ver de que forma regulamos todas las herramientas que permiten generar contenidos que muchas veces, los creativos son impresionantes, pero a nivel de información, pues ocurre otra cosa.” - narra José Ramón.

“El caso de Rosalía es muy evidente y además está hecho con un claro ánimo de obtener a cambio un beneficio, aunque económicamente no recibe nada, pero las sumas del rendimiento son únicas, una suma en especie, obteniendo al final una campaña de marketing de comunicación online, que valdría un dinero de las sumas de rendimiento para obtener más beneficios o escuchas o likes e incluso llegando a monetizar. La vulneración del derecho al honor e incluso la imagen, en este caso del artista, llevada a cabo de un modo sin consentimiento y con voluntad de aprovechamiento, de reputación ajena, que podría llegar a ser un caso de competencia desleal.” - ejemplifica a Carlos Moreno 'El Pulpo'.

El tipo de cliente que visita el despacho de José Ramón es de todo tipo. Trabajan con artistas, con promotores, con managers, con editoriales, con todo el ámbito del entretenimiento, donde en ciertos momentos es más importante hacer un trabajo psicológico, porque los artistas tienen que crear y dedicar el cien por cien de su energía mental a crear contenido y producir. Es más ejercer de psicólogo, más que una posición jurídica, para limpiar la reputación online.

Delitos en la red

“Los delitos que más abundan en la red son ejemplos como el de Rosalía, contenidos no autorizados o noticias no contrastadas previamente, son las principales. Alojamiento de contenidos protegidos por derechos de autor en plataformas de modo no consentido es otro de los delitos.” - finaliza José Ramón Gil.