Una chica del cable de Alicante revela cómo escuchaban conversaciones ajenas por teléfono: "Si queríamos"

Laura Cantos trabajó como telefonista en la localidad alicantina de Ibi entre 1955 y 1970 y recuerda cómo fue su etapa trabajando para Telefónica en Poninedo las Calles

Una centralita de la serie de Las Chicas del Cable

José Manuel Nieto

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Este viernes 19 de abril de 2024 se cumplen 100 años de un hecho histórico en España: la constitución de la Compañía Telefónica Nacional de España, Telefónica. Por todo ello, en Poniendo las Calles queremos poner en valor esa figura de las telefonistas del siglo XX y hablar de las verdaderas chicas del cable con Laura Cantos.

Ella desarrolló esta profesión en la localidad alicantina de Ibi entre 1955 y 1970, un trabajo que fue imprescindible en la historia de las comunicaciones en España. Telefónica ha sido una de las empresas más importantes. Bueno, fue tal su papel que les han dedicado incluso una famosa serie de Netflix.

Telefónica ha sido la encargada de mantenernos conectados desde 1924, primero a través del teléfono y con conexiones que tardaban en producirse casi dos horas y hoy con internet, la televisión y los teléfonos móviles. La tecnología ha evolucionado desde las míticas chicas del cable hasta nuestros días.

Pero la filosofía siempre ha sido la misma: facilitar la comunicación entre personas. Y es que, hoy en día, tenemos muy asumido que hablar con alguien que está en otra ciudad, otra comunidad autónoma, otro país o incluso en otro continente es muy sencillo, pero no siempre ha sido así.

Una chica del cable

Y si no que se lo digan a esas operadoras que desde el edificio de Gran Vía número 32 de Madrid se encargaban de la comunicación a distancia en España. Eran las famosas telefonistas: "El sistema era todo manual, la posición es un cuadro con distintos agujeritos que son los teléfonos".

Telefonistas trabajando en una centralita

"Entonces este cuadro tiene dos pares de clavijas y conforme se enciende la luz es que un abonado descuelga el teléfono para que le pongan una comunicación", explica Laura a Carlos Moreno 'El Pulpo', "con la clavija interior la introducías y preguntabas: ¿Número?". En ese momento, "el abonado te responde": "Pues póngame con el cuatro o con el 14, con el que sea".

De esta manera, "con la pareja de esa clavija, le pones la comunicación", además, "el timbre lo hacías tú manualmente". Carlos Moreno 'El Pulpo' quería saber si tenían que estar todo el rato pegados al aparato esperando a que entrasen las llamadas o había un timbre muy fuerte para avisar.

"No, no, el timbre solamente se ponía por la noche cuando hacíamos la guardia de noche, pero durante el día sí que hacíamos 08:00 reglamentarias, porque el servicio telefónico era continuado", revela Laura en Poniendo las Calles, "la luz se encendía y tenías que estar allí sentado, o sea, atendiendo las llamadas sin levantarte".

"Si queríamos"

Después, si hablamos de este oficio, hay que hablar de la discreción. Porque claro, al ser telefonistas se enteraban de muchas cosas: disgustos familiares, nacimientos de niños... Carlos Moreno 'El Pulpo' quería saber cómo manejaban las chicas del cable como Laura la discreción en Ibi.

Una escena de Las Chicas del Cable

Esta alicantina confiesa que, "cuando nos hacen el examen, lo primero que nos dicen es: secreto de profesión y bajo ningún concepto se puede hablar de lo que se está oyendo". "Con lo cual, nosotros claro que oíamos las conversaciones si queríamos oírlas", revela, "pero no podíamos decir lo que habíamos oído, eso era un secreto profesional, pero lo demás 100%".