La bonita palabra indígena con la que se identifica un abrazo o caricia con el alma que va más allá del contacto físico
El psicólogo y educador social Miguel Ángel Velasco, que está detrás de las cuentas de Instagram y X @diccionariovip, descubre conceptos para nombrar experiencias
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En un mundo donde las palabras a menudo se ven como simples herramientas de comunicación, hay términos que van mucho más allá de su definición básica y cobran un profundo significado emocional. Este es el caso de "apapacho", una palabra indígena de origen náhuatl que, como describe Miguel Ángel Velasco, psicólogo y creador del popular perfil en redes sociales @diccionariovip, simboliza un abrazo o caricia que conecta más allá del contacto físico: "es una caricia con el alma".
El concepto de "apapacho" fue explorado por Miguel Ángel durante una charla con Carlos Moreno 'El Pulpo' en Poniendo las Calles. A través de este término, se refleja la capacidad del lenguaje para transmitir no solo el significado literal de una acción, sino también su dimensión emocional y espiritual. Según Velasco, esta palabra es la representación perfecta de cómo el lenguaje puede describir sentimientos profundos que las palabras convencionales no logran captar, creando una conexión genuina entre las personas más allá de lo físico.
La fascinación por las palabras es algo que ha acompañado a Velasco desde su infancia, y su experiencia viviendo en México fue clave para su descubrimiento de palabras indígenas como "apapacho". Este viaje no solo le permitió conocer la rica diversidad lingüística de México, sino que le abrió una puerta a un sinfín de términos que no solo identifican experiencias comunes, sino que las nombran de forma única, conectando a las personas con su cultura y su esencia. En ese sentido, Velasco resalta cómo las lenguas indígenas ofrecen una visión de la vida que va más allá de lo literal, proporcionando herramientas para expresar emociones y situaciones que podrían ser difíciles de describir en otros idiomas.
Feliz pareja abrazándose en una estación de tren después de la llegada
"El apapacho no es solo un abrazo. Es algo que va mucho más allá, es una caricia del alma", explicó Velasco. Esta definición, más que un mero acto físico, señala la importancia de las conexiones emocionales en nuestras relaciones, invitándonos a reflexionar sobre la fuerza de la afectividad humana.
Una comunidad lingüística
La popularidad de @diccionariovip, que cuenta con más de 4 millones de seguidores, ha permitido a Velasco compartir su pasión por las palabras y rescatar términos olvidados o desconocidos. A través de esta plataforma, los seguidores pueden descubrir y aprender sobre expresiones que reflejan emociones complejas o situaciones de la vida cotidiana que a menudo carecen de un nombre en nuestro idioma.
Velasco también subraya la importancia de la participación activa de su comunidad en la creación de contenido. A través de las sugerencias y aportes de sus seguidores, ha podido enriquecer su obra, identificando palabras de diversas culturas y lenguas que proporcionan una visión más amplia de las experiencias humanas. Desde términos japoneses hasta expresiones del Quechua, Velasco promueve la diversidad lingüística como una forma de conectarnos a nivel global, resaltando lo que todas las culturas comparten: las emociones universales.
En su último libro, La Vida en Palabras, explora cómo las palabras nos ayudan a comprender nuestras emociones y nuestra identidad. Con un enfoque similar al de su trabajo en redes sociales, en este libro presenta una clasificación de palabras que sirven para describir emociones específicas, tales como la alegría, la tristeza, la valentía, y otras más complejas que surgen a lo largo de nuestras vidas. La obra es una invitación a descubrir la riqueza del lenguaje como una forma de autocomprensión y crecimiento personal.
Encantadora familia de madre, padre e hija divirtiéndose juntos, abrazándose, recogiendo hojas y relajándose en bosques dorados.
Además, Velasco destaca el papel que las palabras juegan en la salud emocional. Nombrar una experiencia, por más sencilla que sea, puede ser un acto sanador. Como él mismo señala, "las palabras tienen un impacto enorme en nuestra vida diaria. Pueden cambiarnos el rumbo del día, motivarnos o darnos consuelo".
El poder de las palabras
Al explorar y adoptar palabras de otras culturas, como el "apapacho" o la palabra japonesa "tsundoku" (el acto de acumular libros sin leer), Velasco nos invita a reflexionar sobre la capacidad del lenguaje para ser un puente entre distintas culturas. En un mundo cada vez más globalizado, estas palabras nos recuerdan que, a pesar de las diferencias, nuestras experiencias humanas son universales. La forma en que cada idioma refleja nuestras emociones, deseos y vivencias es un recordatorio de que el lenguaje no solo nos permite comunicarnos, sino que también nos conecta como seres humanos.
Miguel Ángel Velasco cree firmemente que el lenguaje tiene la capacidad de transformar nuestra forma de ver el mundo. "Las palabras no son solo medios de comunicación, sino vehículos de emociones y pensamientos", comenta, y añade que, al identificar las palabras que mejor definen nuestras vivencias, podemos comprendernos mejor a nosotros mismos y al mundo que nos rodea.