El cambio que una española provocó en su marido finlandés desde que están juntos: "En otra vida fue de Cádiz"
El choque cultural que supone para alguien de Finlandia llegar a España se demuestra en el testimonio de Anna Matea, que formó una familia en el país báltico y veranea en Andalucía
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En el programa Poniendo las Calles, presentado por Carlos Moreno 'El Pulpo', Anna Matea compartió una historia fascinante sobre el impacto que su vida y cultura han tenido en su marido finlandés. Desde su llegada a Finlandia y sus veranos en Andalucía, la vida de su pareja ha dado un giro notable, revelando cómo el amor y el choque cultural pueden dar lugar a transformaciones sorprendentes en una relación.
Anna, originaria de España, se trasladó a Finlandia, donde formó una familia con su esposo. Este cruce de culturas ha sido un viaje de descubrimiento tanto para ella como para su pareja. Desde el principio, Anna se dio cuenta de que la vida en Finlandia presentaba un conjunto de normas y costumbres muy diferentes a las que estaba acostumbrada en su hogar andaluz.
Sin embargo, lo más interesante es cómo su presencia ha influido en la vida de su marido, un finlandés que, según bromea Anna, "en otra vida fue de Cádiz". El cambio más evidente ha sido en la alimentación. Anna señala que su marido le dice a menudo que "lo he malcriado" y que ya no puede comer solo comida finlandesa.
Esta transformación en sus hábitos alimenticios refleja una apertura a nuevas experiencias culinarias, algo que se ha convertido en un rasgo distintivo de su vida juntos. "Está deseando ir a España", explica Anna, y cada vez que regresan, su marido hace la misma declaración: "Yo en Finlandia me he hecho vegano, ya no puedo comer mucha comida de Finlandia, yo solo como buena comida".
"En otra vida fue de Cádiz"
La gastronomía es un poderoso vínculo cultural, y en el caso de Anna y su marido, ha sido un factor clave en su relación. Desde el tradicional pescado y patatas finlandés hasta los sabores vibrantes de la cocina andaluza, la introducción de nuevos platos ha abierto un mundo de posibilidades.
Anna ha mostrado a su esposo la riqueza de la dieta mediterránea, que no solo es sabrosa, sino también saludable. Esto ha llevado a su marido a reevaluar lo que significa comer bien. Su declaración sobre haberse hecho vegano en Finlandia, aunque curiosamente opuesta a la dieta típica de su país, refleja un deseo de explorar opciones más diversas y sabrosas.
Anna también bromea sobre la naturaleza de su marido, sugiriendo que "tenía ese andaluz dormido dentro de él". Esta expresión resalta cómo el entorno familiar y cultural puede despertar aspectos ocultos de la personalidad de una persona. La vida en España, con su ritmo relajado y su fuerte componente social, ha permitido que su esposo descubra una faceta de sí mismo que quizás no había explorado antes.
La broma de que su marido "fue de Cádiz" en otra vida simboliza no solo la conexión emocional que ha desarrollado con la cultura andaluza, sino también la forma en que el amor y el compañerismo pueden transformar a las personas. En este sentido, Anna ha ayudado a su esposo a encontrar un sentido de pertenencia que va más allá de la geografía.
Una española y su marido finlandés
La vida de Anna y su marido es un claro ejemplo de cómo el amor puede superar las barreras culturales. Juntos, han creado un hogar que combina lo mejor de ambas culturas. La familia se beneficia de una diversidad que les enriquece, desde la lengua hasta las tradiciones culinarias.
Además, este choque cultural ha llevado a momentos de reflexión y aprendizaje mutuo. Anna ha adoptado aspectos de la vida finlandesa, mientras que su marido ha incorporado elementos de la cultura española en su vida diaria. Esta sinergia no solo fortalece su relación, sino que también les permite brindar a sus hijos una educación multicultural que los preparará para un mundo globalizado.