La decisión de una pareja que está casada, pero no aguanta vivir con otra persona en casa: "14 años después"
Bea Calderón y Borja Cuñado presentan el caso de un matrimonio de Madrid que habita en dos hogares distintos pese a ser felices en la relación y la curiosa razón que hay detrás
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La relación de pareja tradicional ha estado históricamente ligada a la convivencia bajo un mismo techo, compartiendo todo: desde las alegrías cotidianas hasta las dificultades. Sin embargo, cada vez son más las parejas que rompen con este modelo y optan por formas diferentes de convivencia. Un ejemplo fascinante es el de un matrimonio de Madrid que, después de 14 años de estar juntos, ha decidido vivir en dos casas distintas, pese a seguir siendo tan felices y enamorados como el primer día.
Este caso fue presentado por Bea Calderón y Borja Cuñado en el programa Poniendo las Calles, donde abordaron una de las formas más inusuales de relación: una pareja que, a pesar de estar casada, no vive bajo el mismo techo. ¿Cómo es posible que un matrimonio, tan unido, prefiera no compartir la misma casa? ¿Qué lleva a dos personas que se quieren profundamente a vivir separadas?
Bea Calderón explicó que, a pesar de las numerosas opiniones sobre cómo debe ser una relación, la clave está en el respeto mutuo, la educación y, por supuesto, la felicidad de ambos miembros de la pareja. Ella enfatizó que, al final del día, no importa el modelo que una pareja decida seguir, siempre y cuando se basen en esos principios.
El caso que compartió era el de un matrimonio de Madrid que, a pesar de estar casados, no viven juntos. Esto ha generado una curiosidad generalizada, ya que este tipo de decisiones no suelen ser tan comunes en la sociedad actual.
La decisión de una pareja
Lo que distingue a este matrimonio es que, a pesar de que ambos se quieren muchísimo, prefieren no vivir juntos. Según Bea Calderón, la razón que ellos mismos dan es que "no aguantan a nadie en la misma casa".
A lo largo de los años, la convivencia diaria puede traer consigo pequeños roces y diferencias de hábitos, pero esta pareja ha llegado a la conclusión de que no quieren compartir un hogar. De hecho, prefieren vivir en dos casas diferentes y sentirse como si estuvieran "de novios", lo que les permite mantener la frescura de una relación sin las tensiones de la convivencia diaria.
Este tipo de decisión es una muestra de que, en las relaciones de pareja, no existe una fórmula única para el éxito. Algunas parejas optan por la convivencia continua, mientras que otras eligen la independencia en su día a día.
Aunque algunos podrían ver este estilo de vida como una contradicción en una relación de matrimonio, para este matrimonio en particular, es la forma en que pueden seguir siendo felices. Al final, lo que importa es que ambos están satisfechos con la relación, respetan sus diferencias y se aman profundamente.
no aguanta vivir con otra persona
Borja Cuñado, por su parte, mostró cierta sorpresa al principio, pensando que esta separación solo podría tener sentido si uno de los dos miembros de la pareja viajaba por trabajo. Sin embargo, quedó claro que la razón de esta separación no tiene nada que ver con viajes ni circunstancias externas, sino con una elección consciente. Ellos se sienten bien viviendo en casas separadas y, según Bea, esto les ha permitido mantener una relación armoniosa, sin perder la chispa ni la conexión emocional.
Este caso plantea una reflexión interesante sobre la forma en que cada pareja maneja su relación. En una época en la que las normas sociales sobre el matrimonio y la convivencia están cambiando, esta historia nos invita a cuestionar las expectativas tradicionales y a considerar que cada pareja tiene su propio camino hacia la felicidad. Para algunos, eso puede implicar vivir en el mismo hogar, mientras que para otros puede ser la decisión de tener espacios separados, pero seguir unidos en su amor.