El que dice que se entiende con su perro con la mirada tiene razón: un médico revela cómo es esta conexión única
El doctor Darío Fernández explica a través de una hormona del cuerpo humano la realidad detrás de esta afirmación que hacen las personas que tienen mascota
Publicado el
3 min lectura
En la fascinante relación entre humanos y perros, existe una afirmación que muchos dueños de mascotas aseguran con convicción: "Nos entendemos con la mirada". Aunque pueda parecer una simple declaración cargada de cariño, un reciente descubrimiento revela que detrás de esta sensación hay una explicación científica que respalda esta afirmación.
El Dr. Darío Fernández, médico y psicólogo clínico de la Clínica Legazpi de Madrid, explicó en una charla con Carlos Moreno 'El Pulpo' en Poniendo las Calles cómo, efectivamente, la conexión que se produce entre los ojos de una persona y su perro tiene una base biológica, hormonal y neurológica.
Según el Dr. Fernández, lo que ocurre cuando un ser humano y un perro se miran fijamente no es solo una cuestión emocional, sino que involucra un proceso químico en el cerebro. La clave está en la liberación de dopamina, conocida como la hormona de la empatía, el cariño y la atracción.
La mirada, a través de la retina, activa el nervio óptico, que es la única vía de comunicación directa entre el exterior y el sistema nervioso central. Esta conexión visual genera la liberación de dopamina, una sustancia química vinculada a sensaciones de bienestar y afecto. Es decir, cuando un perro y su dueño se miran, sus cerebros experimentan una liberación mutua de esta hormona, lo que facilita una sensación de empatía y complicidad.
¿Por qué se produce esta reacción?
El Dr. Fernández explicó que esta respuesta hormonal tiene una función muy clara: la de fortalecer los lazos afectivos. La dopamina, al ser una hormona relacionada con el placer y la recompensa, contribuye a que tanto humanos como perros experimenten una sensación de bienestar durante la interacción. Este proceso es especialmente relevante en los perros, que han evolucionado junto al ser humano durante miles de años, desarrollando una capacidad única para conectar emocionalmente con las personas.
Lo interesante es que este mecanismo no solo se da entre seres humanos, sino que se extiende a la relación con los perros, quienes, al igual que las personas, experimentan una "emoción compartida" cuando se miran a los ojos. Esta dinámica crea una especie de "ciclo positivo" en el que la mirada genera dopamina, lo que refuerza el vínculo entre ambos.
A través de este mecanismo químico, lo que muchas personas perciben como una simple mirada se transforma en un medio poderoso para la conexión emocional con su mascota. La relación no solo se limita a gestos y palabras, sino que se puede nutrir a través de estos intercambios visuales que refuerzan el afecto mutuo.
El Dr. Fernández subrayó que este fenómeno no solo ocurre en la relación entre perros y humanos, sino que también es observable entre seres humanos. La simple mirada puede ser suficiente para generar una conexión emocional, liberando dopamina y promoviendo sentimientos de afecto, cariño y confianza.
¿Qué significa todo esto para los dueños de mascotas?
Para aquellos que aseguran que se entienden con su perro con solo una mirada, la explicación científica aporta una nueva perspectiva a esta experiencia emocional tan común en los dueños de mascotas. La comprensión mutua no es solo un juego de palabras o un mito, sino que está sustentada por procesos biológicos que refuerzan el vínculo entre humanos y animales.
Para los amantes de los perros, este descubrimiento también subraya la importancia de la interacción emocional con sus mascotas. No solo se trata de cuidarlos y alimentarlos, sino también de generar espacios donde estas interacciones visuales puedan ocurrir de manera frecuente, favoreciendo el bienestar de ambas partes.