Un doctor aclara el error que cometes con el medicamento que tomar cuando tienes gripe: ¿antibiótico o antiviral?
Conocer la diferencia entre un catarro y esta enfermedad es fundamental, pero saber cómo tratarla es aún más importante y Darío Fernández te lo explica
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La llegada del frío y los cambios en el clima hacen que nuestras vías respiratorias estén más expuestas a virus y bacterias, lo que provoca el temido resfriado o, en casos más graves, la gripe. En pleno invierno, muchas personas se enfrentan a estas enfermedades respiratorias, pero a menudo cometen un error común al tratar de curarse: ¿antibiótico o antiviral? Este es un dilema muy frecuente, y lo cierto es que entender la diferencia entre ambos y su correcta aplicación es clave para evitar complicaciones.
El doctor Darío Fernández, especialista en enfermedades respiratorias y director de la Clínica Legazpi en Madrid, ha explicado en Poniendo las Calles con Carlos Moreno ‘El Pulpo’, que uno de los errores más comunes es la tendencia de muchos a recurrir al antibiótico ante síntomas de gripe. Sin embargo, los antibióticos están diseñados para combatir infecciones bacterianas, y la gripe es causada por un virus, no por una bacteria. De hecho, los antibióticos no tienen ningún efecto sobre los virus, y su uso innecesario puede tener consecuencias negativas, como la resistencia a los antibióticos, que dificulta el tratamiento de infecciones futuras.
Por otro lado, los medicamentos antivirales sí son efectivos contra algunos virus, incluidos los que causan la gripe. Sin embargo, el uso de antivirales debe ser específico y solo indicado por un profesional sanitario. No todos los casos de gripe requieren un antiviral; la mayoría de los pacientes pueden mejorar con reposo, líquidos y medicamentos para controlar los síntomas como la fiebre o el dolor. Sin embargo, en personas con mayor riesgo, como los mayores de 65 años, embarazadas o aquellos con enfermedades crónicas, el antiviral puede ser necesario para evitar complicaciones graves.
El doctor Fernández también destacó la importancia de saber diferenciar entre un resfriado común y la gripe, dos condiciones que a menudo se confunden. El resfriado generalmente se desarrolla de manera gradual, con síntomas más leves, como congestión nasal y dolor de garganta, y permite que la persona pueda continuar con sus actividades cotidianas. Por el contrario, la gripe suele aparecer de forma repentina, con fiebre alta, dolor muscular, articular y un cansancio extremo que deja a la persona postrada en cama, a menudo incapaz de ir a trabajar.
¿Antibiótico o antiviral?
El contagio de estas enfermedades respiratorias se ve favorecido por varios factores. El frío y el aire seco del invierno permiten que los virus se mantengan activos durante más tiempo y penetren con mayor facilidad en las vías respiratorias. Además, durante esta temporada solemos pasar más tiempo en espacios cerrados, lo que facilita la propagación de los virus. Por otro lado, la baja temperatura también reduce la eficacia del sistema inmunológico, lo que hace que nuestro cuerpo sea más susceptible a estas infecciones.
En cuanto a las estrategias preventivas, el doctor Fernández aconseja una serie de medidas que pueden ayudarnos a evitar enfermarnos o a reducir la propagación de los virus. Es fundamental llevar una buena higiene de manos, evitar el contacto con personas enfermas y consumir alimentos ricos en vitaminas A y C, como frutas cítricas y verduras, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. Además, hidratarse correctamente es clave para mantener las mucosas respiratorias bien hidratadas y protegerlas de los virus.
La vacunación es otra de las principales herramientas para prevenir enfermedades respiratorias graves, como la gripe. Aunque algunas personas siguen siendo reacias a vacunarse, el doctor Fernández defiende el uso de las vacunas como la estrategia más eficaz para prevenir complicaciones. Las vacunas estimulan al cuerpo a producir anticuerpos, lo que nos protege frente a futuras infecciones y reduce la gravedad de los síntomas si nos llegamos a contagiar.
El error de confundir antibióticos y antivirales es solo uno de los muchos aspectos que debemos comprender sobre el tratamiento de las enfermedades respiratorias. Tener en cuenta la diferencia entre un resfriado y una gripe, conocer cuándo es necesario acudir al médico y cómo prevenir el contagio son elementos fundamentales para mantenernos saludables durante los meses más fríos del año. Como subraya el doctor Darío Fernández, la información y la prevención son nuestras mejores aliadas frente a los problemas respiratorios.