El gesto de una vecina de la España Vaciada para que haya una biblioteca en su pueblo de Ourense: "En un pajar"

El alcalde de Esgos, Mario Rodríguez, buscaba financiación para restaurarlo, tras la donación que hizo Lourdes Parada y lo consiguió cambiando la vida del concello

El momento en el que Lourdes Parada desvela la placa con el nombre de su padre
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Poniendo las Calles

El gesto de una vecina de un pueblo de Ourense de la España Vaciada para que haya una biblioteca

José Manuel Nieto

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En pleno corazón de la España Vaciada, un pequeño municipio de Ourense, Esgos, ha vivido una transformación significativa gracias a la generosidad de una vecina, Lourdes Parada. Su donación, que parecía un gesto sencillo, pero cargado de significado, ha cambiado por completo la vida del Concello. 

Un antiguo pajar, que perteneció a su familia, se ha convertido en un centro cultural fundamental: la Biblioteca Delio Parada Carballo. Esta es la historia de cómo un acto de solidaridad rescató la memoria histórica de la localidad y dotó a los vecinos de un espacio para el conocimiento, la cultura y el encuentro.

En 2015, Lourdes Parada, movida por el amor a su tierra natal, decidió donar el pajar familiar para que el pueblo pudiera tener una biblioteca más grande y moderna. La biblioteca del Concello, que desde su apertura en 1997 no había dejado de crecer en número de usuarios, se había quedado pequeña para satisfacer las necesidades de la comunidad. 

Lourdes Parada en la biblioteca con su familia

Lourdes Parada en la biblioteca con su familia

El alcalde, Mario Rodríguez, recibió la donación con entusiasmo, pero también con la enorme responsabilidad de encontrar los recursos necesarios para restaurar el viejo pajar y convertirlo en un edificio funcional y accesible para todos.

El gesto de una vecina de la España Vaciada

Lo que parecía una tarea difícil, se convirtió en una oportunidad para revitalizar el pueblo. Rodríguez, con el apoyo de los vecinos, trabajó en la financiación y la restauración del inmueble. En el diseño de la rehabilitación, se contó con el prestigioso arquitecto gallego César Portela, quien se encargó de mantener la esencia del pajar, respetando su estructura original mientras modernizaba el interior para crear un espacio accesible y multifuncional.

El 26 de octubre de 2023, Lourdes Parada asistió a la inauguración oficial de la nueva biblioteca, un evento cargado de emoción. Durante la ceremonia, se descubrió una placa con el nombre de la biblioteca: Delio Parada Carballo, en honor a su padre, quien había sido una figura querida y respetada en el pueblo. 

Lourdes recordó con cariño la figura de su padre, un médico que, durante la gripe de 1918, atendió a los enfermos de la región. Su generosidad y dedicación a la comunidad marcaron profundamente a la familia Parada, y Lourdes quiso rendirle homenaje al hacer realidad este proyecto que llevaba años en su corazón.

La placa de la biblioteca de Esgos en memoria de Delio Parada Carballo
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El momento en el que Lourdes Parada desvela la placa con el nombre de su padre

Lo más impactante de esta historia no solo es la donación de Lourdes, sino el efecto que ha tenido sobre la comunidad. Esgos, un pueblo de apenas unos cientos de habitantes, ha visto cómo un simple gesto de generosidad ha rescatado la identidad del pueblo y ha dado a los vecinos un lugar para aprender, compartir y vivir la cultura. 

Una biblioteca en su pueblo de Ourense

La Biblioteca Delio Parada Carballo es ahora el alma de la comunidad. Desde su apertura, ha ofrecido un espacio acogedor con libros, acceso a internet, talleres y actividades para todas las edades. La biblioteca ha recibido incluso premios nacionales por su promoción de la lectura y su capacidad para conectar a las personas.

Lo que comenzó como una donación personal se ha convertido en un emblema de la lucha por la revitalización de los pequeños pueblos de la España Vaciada. Lourdes Parada, con su gesto generoso, ha demostrado que un simple acto de solidaridad puede cambiar el curso de la historia de una comunidad. Y no solo lo ha hecho por su familia y su padre, sino por todos los vecinos de Esgos, que ahora disfrutan de un lugar donde la cultura se encuentra con la tradición, y el conocimiento se comparte de generación en generación.