Una investigadora revela las proteínas que provocan más ganas de hacer deporte: "Más en personas sin obesidad"

Guadalupe Sabio aclara a Carlos Moreno 'El Pulpo' las conclusiones del estudio que explica cómo se comporta el cuerpo humano cuando desarrolla una actividad deportiva

José Manuel Nieto

Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

En el apasionante mundo de la investigación sobre el ejercicio y sus efectos en el cuerpo humano, la científica Guadalupe Sabio ha hecho descubrimientos significativos que arrojan luz sobre las proteínas que pueden aumentar nuestras ganas de hacer deporte en Poniendo las Calles con Carlos Moreno 'El Pulpo'. 

Según la investigadora, las proteínas involucradas en el deseo de hacer ejercicio se encuentran en mayor cantidad en personas sin obesidad. "Son unas proteínas que están en nuestro músculo y que se activan cuando hacemos ejercicio", comentó Sabio.

Una de las piezas clave de esta investigación es la identificación de una proteína llamada interleucina-15, que está presente en mayores cantidades en individuos que no sufren de obesidad. "Hemos localizado que la interleucina-15 está en mayores cantidades en personas que no son obesas", destacó Sabio.

Alamy Stock Photo

Personas haciendo ejercicio en un gimnasio de playa al aire libre en la playa de La Barceloneta

En contraste, las personas con obesidad presentan niveles más bajos de esta proteína, lo que podría contribuir a que les cueste más trabajo iniciar y mantener un hábito de ejercicio. La investigadora también abordó el papel de una proteína antagonista que actúa como un freno natural.

Las proteínas

"Esta antagonista frena el efecto de querer seguir haciendo ejercicio, como un interruptor para que no sea un efecto continuo y que ese estímulo no sea pernicioso", explicó. Sin esta regulación, el cuerpo podría experimentar la extenuación si se hiciera ejercicio de forma continua sin pausas.

Un aspecto interesante del estudio es que la activación de estas proteínas no depende únicamente de la genética. Guadalupe Sabio mencionó que podrían influir factores epigenéticos y cómo cada una de las vías se activa. "Lo que vemos es que su activación depende más de lo que hagamos.

      
             
      

Es decir, cuando hacemos ejercicio, se activa", aclaró. Esto sugiere que el ejercicio tiene un impacto directo en la biología de nuestro cuerpo, lo que podría ser un mensaje motivador para quienes buscan mejorar su salud. Sabio también discutió la relación entre la obesidad y la dificultad para establecer hábitos de ejercicio.

Alamy Stock Photo

Cuatro jóvenes jugando al baloncesto en un lugar espontáneo del centro histórico de Granada en San Nicolás, Andalucía, España

"Las personas que tienen obesidad siempre les cuesta más el iniciar ese hábito de hacer ejercicio", indicó, resaltando la importancia de comprender estos mecanismos biológicos para fomentar la actividad física en este grupo. Sin embargo, hay buenas noticias. Guadalupe Sabio compartió que han realizado experimentos con voluntarios que muestran que un ejercicio muy intenso, como andar en bicicleta durante 30 minutos, podría activar estas proteínas beneficiosas.

Más ganas de hacer deporte

"Hemos visto que un ejercicio muy intenso podría llegar a activarlas", dijo. Esta observación abre la puerta a la posibilidad de diseñar programas de ejercicio específicos que ayuden a las personas con obesidad a generar las proteínas necesarias para mejorar su motivación para hacer deporte.

      
             
      

A pesar de estos hallazgos alentadores, la investigadora es cauta y enfatiza la necesidad de realizar más experimentos para determinar qué tipos de ejercicios son los más efectivos. "Tenemos que hacer más experimentos para ver qué tipo de ejercicios son los que más ayudan a esa incentivación de hacer ejercicio", dijo.