Magali encuentra trabajo en Ibiza tras acabar la carrera y se topa con el problema de la vivienda: "De 1.100 euros"
Comparte piso con su novio y tuvo suerte, entre comillas, por un piso que no es nada del otro mundo y que además está lejos de donde trabaja
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Encontrar vivienda en lugares con alta demanda como Ibiza es cada vez más complicado, especialmente para los jóvenes que recién comienzan su carrera profesional. Magali Ortiz, quien se mudó a la isla balear hace poco más de dos meses tras conseguir un empleo, ha vivido en carne propia las dificultades del alquiler en una zona turística con un mercado inmobiliario saturado. Su historia, compartida en el programa Poniendo las Calles con Carlos Moreno 'El Pulpo', ilustra la difícil realidad que enfrentan miles de jóvenes en España para acceder a un hogar digno.
Magali estaba emocionada por su mudanza a Ibiza. Tras terminar su carrera, la oportunidad de conseguir trabajo en la isla era el primer paso hacia la independencia. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que esa ilusión se vería empañada por un obstáculo importante: encontrar un lugar donde vivir. "Me había hecho muchas ilusiones, pero sabía que encontrar casa en Ibiza iba a ser complicado", explica Magali. A pesar de que su empresa le ofreció alojamiento durante un par de meses para que pudiera buscar con tranquilidad, la tarea no fue nada fácil.
Como muchos jóvenes que se trasladan a ciudades con alta demanda de vivienda, Magali tuvo que hacer malabares con las plataformas de búsqueda de apartamentos, contactar con agencias inmobiliarias y realizar un proceso de selección que, según ella, fue más parecido a un "casting" que a una simple gestión de alquiler.
Uno de los primeros aspectos que sorprende a Magali durante la búsqueda de piso en Ibiza fue el proceso casi invasivo que le tocó vivir con las agencias de alquiler. "Te entrevistan, te preguntan tu edad, con quién vas a vivir, qué tipo de contrato tienes, en qué empresa trabajas… Como que te interrogan bastante", cuenta. En un mercado con una oferta limitada y una demanda altísima, no es extraño que los propietarios quieran asegurarse de que los posibles inquilinos puedan pagar el alquiler. Sin embargo, el proceso se vuelve humillante cuando los jóvenes, que en muchos casos están comenzando sus trayectorias profesionales, tienen que justificar hasta el más mínimo detalle de su vida personal y laboral para acceder a un espacio donde vivir.
el problema de la vivienda
Magali también destacó otra dificultad importante: el tipo de contrato de alquiler. La mayoría de las opciones que encontraba solo ofrecían contratos para los meses de temporada baja, es decir, de septiembre a mayo, cuando la demanda de turistas y la actividad económica en la isla disminuyen. "La mayoría de los pisos que encontraba eran solo para esa temporada. Y el precio me parecía absolutamente desorbitado para lo que ofrecían: mini apartamentos o estudios que costaban entre mil y dos mil euros al mes", explica.
Finalmente, Magali y su novio encontraron un piso, pero no fue un hallazgo afortunado. En lugar de la vivienda ideal, se toparon con un espacio que, según sus palabras, "no es nada del otro mundo". Por un alquiler de 1.100 euros mensuales, Magali se encuentra viviendo en un apartamento pequeño y alejado de su lugar de trabajo. A pesar de las carencias del piso, la realidad es que sabía que no iba a encontrar nada mejor, al menos en ese momento. En otras palabras, su suerte fue conseguir un techo, pero a un precio que refleja la inaccesibilidad del mercado inmobiliario en Ibiza.
El caso de Magali no es aislado. En las Islas Baleares, y en particular en Ibiza, la situación de la vivienda es insostenible para muchos jóvenes. Según estadísticas recientes, aquellos entre 16 y 29 años que buscan independizarse en la región se ven obligados a destinar una proporción abrumadora de sus ingresos al alquiler, a menudo alcanzando el 100% de sus salarios. En otras palabras, si un joven en Baleares quiere alquilar una vivienda, tiene que renunciar a casi todo su sueldo solo para cubrir el alquiler, lo que los deja en una situación de precariedad económica difícil de sostener.
Carlos Moreno 'El Pulpo' también resalta que no solo los jóvenes tienen problemas para acceder a la vivienda. La subida de los precios de alquiler a nivel nacional ha hecho que tanto los inquilinos como los propietarios de viviendas tengan que enfrentarse a una crisis cada vez más pronunciada. Pero para los jóvenes que inician su vida laboral, la situación es aún más grave. Como señala Paloma, agente inmobiliaria en Mallorca, la demanda es inmensa, pero la oferta es escasa, lo que hace aún más difícil encontrar opciones de alquiler accesibles, especialmente en lugares como Ibiza, Formentera y otras islas de Baleares.
"De 1.100 euros"
Lo que Magali experimentó es un reflejo de una tendencia más amplia que se vive en muchas otras ciudades españolas, donde los precios de la vivienda están fuera del alcance de gran parte de la población, especialmente los jóvenes que recién se incorporan al mercado laboral. El elevado coste de los alquileres, junto con la escasez de oferta, ha empujado a muchos a vivir en condiciones precarias, lejos de sus trabajos, con contratos temporales y en viviendas que no cumplen con sus expectativas ni necesidades.
Además, el sistema actual está construyendo un futuro difícil para los jóvenes, quienes se ven obligados a "anclarse" a la vida familiar durante mucho más tiempo de lo que desearían, debido a la imposibilidad de asumir gastos tan altos por su cuenta. Esta falta de acceso a una vivienda digna limita las oportunidades de independencia, crecimiento personal y bienestar.