La mascarilla que una médico no recomienda para el inicio de temporada de gripe en España: "Fue una moda"

Muchos se han olvidado de su uso desde que la pandemia por Covid-19 remitió, pero sigue siendo un arma eficaz para protegerte de otras enfermedades habituales en invierno

José Manuel Nieto

Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

Con el inicio de la temporada de gripe, las mascarillas se presentan nuevamente como una herramienta importante para mitigar la propagación del virus. Sin embargo, su uso ha disminuido significativamente en España desde que la pandemia de Covid-19 ha remitido. Aun así, la médico Ana Belén Jiménez alerta en Poniendo las Calles de un tipo que no recomienda.

Las mascarillas son eficaces para filtrar partículas en el aire, lo que puede ayudar a reducir la transmisión de virus respiratorios, incluyendo la gripe. Según expertos en salud pública, el uso de mascarillas, especialmente en espacios cerrados o concurridos, puede ser una medida eficaz para proteger a las poblaciones vulnerables.

Existen varios tipos de mascarillas, cada una con diferentes niveles de eficacia. Las quirúrgicas son las más comunes y están diseñadas para proteger al usuario de las gotas grandes. Ofrecen un nivel moderado de filtración y son desechables. Las FFP2 y FFP3 se recomiendan para situaciones de mayor riesgo.

Una persona con una mascarilla

Por último, están las de tela que se hicieron muy populares durante la época de la pandemia de la Covid-19. Aunque su eficacia depende del número de capas y del tipo de tejido, son una opción popular y reutilizable. Sin embargo, su capacidad para filtrar virus es inferior a la de las mascarillas quirúrgicas.

La mascarilla

A pesar de la eficacia de las mascarillas, su uso ha disminuido considerablemente desde que las restricciones por la pandemia de Covid-19 se han levantado. Varios factores contribuyen a esta tendencia. Tras más de dos años de restricciones y el uso constante de mascarillas, muchas personas han experimentado una sensación de agotamiento.

Con la disminución de casos de Covid-19 y la llegada de tratamientos eficaces, muchos han percibido que el riesgo de contagio de gripe es menor, lo que ha llevado a una menor preocupación sobre el uso de mascarillas. La disminución en la promoción de las medidas preventivas por parte de las autoridades sanitarias también ha contribuido.

      
             
      

Pero la temporada de gripe ya está aquí, y los expertos advierten sobre la posibilidad de una mayor circulación de virus respiratorios. Con el enfoque en la prevención, se hace un llamado a la población para que considere el uso de mascarillas, especialmente en espacios cerrados y durante reuniones con personas vulnerables.

Personas con mascarilla por París

La salud pública requiere un enfoque proactivo. Aunque las mascarillas no son la única solución, su uso, combinado con la vacunación y otras medidas de higiene, puede ayudar a reducir los contagios y proteger a quienes más lo necesitan. Por eso la médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Severo Ochoa en Madrid hace este aviso.

Una médico no recomienda

"Si yo estoy enfermo, lo que tengo que ponerme es la mascarilla quirúrgica, la más sencillita que hay", señala Ana Belén Jiménez en Poniendo las Calles, "eso sí, tiene que cubrir muy bien la boca y la nariz": "No vale ponérsela por el cuello y no vale subirse y bajarla, porque si la subimos y bajamos, estamos arrastrando todo de un sitio para otro".

      
             
      

Además, la especialista recuerda que "las quirúrgicas se cambian cada cuatro horas y las de pico de pato cada 12". Pero luego habla del tercer tipo: "Las de tela no son recomendables. Esa fue una moda muy bonita en su momento, pero tienen que tener un marcado especial. Normalmente casi ninguna cumplen la normativa, con lo cual yo eso las desecharía".