El problema que denuncia un vendedor ambulante de un pueblo de Badajoz que lastra a sus vecinos: "No da para más"

Enrique Méndez es el hombre que provee de fruta a Valverde de Llerena, pero lamenta que la crisis económica está lastrando tanto a los clientes como a los vendedores

José Manuel Nieto

Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

En la España rural, la figura del vendedor ambulante sigue siendo un pilar fundamental para los pequeños pueblos donde los comercios están desapareciendo. Sin embargo, en estos tiempos de crisis económica, las dificultades se multiplican, y los que antes fueron esenciales ahora ven cómo sus esfuerzos se ven lastrados por una realidad cada vez más dura. 

Enrique Méndez es uno de esos vendedores ambulantes que lleva años llevando fruta fresca a Valverde de Llerena, un municipio en la provincia de Badajoz. Aunque está orgulloso de su trabajo y de lo que significa para los vecinos, no puede evitar lamentar cómo la crisis económica está afectando tanto a sus clientes como a su propio negocio.

Enrique, como otros muchos en su misma situación, enfrenta un panorama difícil. En Poniendo las Calles, explicó cómo la situación económica actual está reduciendo la capacidad de compra de sus clientes. "Lo único que antes compraban, por ejemplo, tres kilos de fruta, ahora se ha reducido a uno o dos", comentaba Enrique. 

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Vistas de la ciudad de Feria desde el Castillo

Esta disminución en las compras refleja una tendencia más amplia, donde la inflación y la escasez de poder adquisitivo están afectando directamente a los vendedores ambulantes, que se ven obligados a ajustar precios y reducir márgenes para seguir siendo competitivos.

El problema que denuncia un vendedor ambulante

El problema es aún más complicado cuando Enrique se ve forzado a incrementar los precios para cubrir sus propios costos. “La economía no da para más, y tú encima tienes que subir el precio de lo que vendes, lo que hace que muchos de tus clientes se vean incapaces de comprar lo que antes adquirían de manera regular”, explica. 

La presión sobre los vendedores ambulantes como él es evidente, ya que deben lidiar con el aumento de costos mientras intentan mantener sus negocios a flote. Sin embargo, el aumento de precios no siempre es bien recibido por los vecinos, que ya enfrentan dificultades económicas. Para ellos, los vendedores ambulantes son una forma de acceder a productos frescos y cercanos, pero las circunstancias actuales hacen que incluso esta opción se vuelva cada vez más inaccesible.

      
      
             
      

El desafío de Enrique no termina ahí. Otro problema que enfrenta con cada vez más fuerza es la competencia de las grandes superficies comerciales. Estas cadenas, que cuentan con mayores recursos y una oferta más amplia, ofrecen precios más bajos y facilidades de compra como el servicio a domicilio, lo que atrae a muchos clientes, incluso en los pueblos más pequeños. Enrique no duda en reconocer que esta competencia está mermando su clientela.

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Vista aérea de Medellín, municipio español de la provincia de Badajoz, Extremadura. España

“Las grandes superficies con sus precios y servicios, como los envíos a domicilio, nos están quitando bastante clientela”, lamenta. Esta tendencia, que se ha acentuado en los últimos años, está haciendo que muchos vendedores ambulantes pierdan terreno frente a las grandes cadenas, que cuentan con la ventaja de los precios más bajos y una infraestructura más sólida.

Lastra a sus vecinos

A pesar de todo, Enrique sigue adelante con su labor, consciente de que su presencia es fundamental para los vecinos de Valverde de Llerena. "Cuando no hay tiendas, nosotros somos los que llevamos la comida fresca a los pueblos", afirma, resaltando la importancia de su trabajo en zonas rurales donde el acceso a productos frescos es cada vez más limitado. 

      
      
             
      

En estos momentos difíciles, la cercanía, la confianza y el trato directo con los clientes siguen siendo su mayor fortaleza. Sin embargo, Enrique sabe que el futuro sigue siendo incierto para muchos de los vendedores ambulantes que, como él, ven cómo la economía actual y la competencia de las grandes superficies ponen en peligro su forma de vida.