Una psicóloga señala el gesto que tienes con tus hijos y le cambia su futuro: "Los niños, como esponjas, absorben"

La psicoterapeuta Beatriz Cazurro aborda los problemas de la crianza que se encuentra en su experiencia como profesional

José Manuel Nieto

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En Poniendo las Calles, Carlos Moreno 'El Pulpo' conversó con Beatriz Cazurro, psicóloga y psicoterapeuta, sobre la crianza de los hijos y la importancia de reflexionar sobre cómo nuestras experiencias pasadas influyen en las relaciones familiares. En su libro Atender lo invisible, Cazurro profundiza en cómo nuestras vivencias infantiles y el lenguaje no verbal que adoptamos impactan directamente en la crianza y en la creación de vínculos seguros con nuestros hijos.

Beatriz Cazurro explica que, en la actualidad, muchos padres son conscientes de que la forma en que fueron criados no necesariamente es la mejor para sus hijos. Sin embargo, aunque el deseo de mejorar la educación de nuestros hijos es claro, muchos no saben cómo empezar. La psicoterapeuta destaca que no solo es importante centrarse en los comportamientos visibles, sino también en los aspectos invisibles: nuestras emociones, recuerdos y actitudes inconscientes, que pueden ser tan determinantes como las pautas de crianza que aplicamos.

Cazurro reflexiona sobre lo que nos enseñaron nuestros padres y cómo, a menudo, repetimos patrones de comportamiento sin ser plenamente conscientes de ello. "No es tanto lo que hacemos, sino cómo estamos y qué coherencia tenemos con lo que hacemos", asegura, haciendo hincapié en la importancia de estar conectados con nuestras emociones y nuestra historia para establecer relaciones más saludables con nuestros hijos.

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Padre alimentando a su hijo pequeño mientras habla por teléfono

En la conversación, Cazurro también aborda una cuestión fundamental: el poder del perdón. Carlos Moreno plantea la posibilidad de que un padre o madre pida disculpas por errores cometidos durante la crianza, especialmente por actitudes como gritar o imponer castigos sin comprensión. La psicóloga subraya que, aunque pedir perdón no borra el daño, puede ser un paso crucial hacia la sanación. "Yo me encuentro con personas adultas que, aún hoy, desean escuchar de sus padres: 'tienes razón, perdona'. Ese reconocimiento puede ser muy curativo", afirma.

El perdón y la sanación en la relación parental

Los efectos del maltrato o de la falta de comprensión durante la infancia pueden perdurar durante años, afectando la salud emocional de los hijos incluso en su etapa adulta. Cazurro resalta que, aunque las personas son resilientes y pueden adaptarse a situaciones difíciles, las secuelas de experiencias traumáticas pueden seguir afectando la forma en que se relacionan con los demás.

Uno de los conceptos que Cazurro destaca en su libro es el del "niño interior", una figura que representa las experiencias no resueltas de nuestra infancia. El trabajo con el niño interior es crucial, ya que muchas veces nuestras reacciones como padres se deben a experiencias no sanadas que influyen en la manera en que tratamos a nuestros hijos. "Cuando no nos han permitido sentir o no hemos aprendido a gestionar nuestras emociones, nos enfrentamos a una relación con nuestros hijos que nos pone un espejo", explica la psicóloga.

Es fundamental entender cómo nuestras carencias emocionales, vividas de pequeños, afectan nuestra capacidad para conectar emocionalmente con los niños. "Nuestro cuerpo reacciona de manera instintiva a situaciones que nos recuerdan a nuestras propias heridas", añade Cazurro. De ahí que muchas veces, por más que los padres intenten aplicar las pautas de crianza correctas, el niño puede percibir una desconexión entre lo que se dice y lo que se siente, lo que interfiere en la creación de vínculos seguros.

Un aspecto clave que Beatriz Cazurro resalta en su trabajo es la importancia del lenguaje no verbal en la crianza. Los niños son extremadamente perceptivos y, aunque no entiendan todo lo que se les dice, captan a nivel emocional las señales de su entorno. "El lenguaje no verbal habla mucho más fuerte que las palabras", apunta Cazurro. Los niños, como esponjas, absorben no solo lo que sus padres dicen, sino cómo lo dicen, el tono de voz, los gestos y la postura corporal.

La influencia del lenguaje no verbal en la crianza

Este concepto resalta la importancia de ser coherentes entre lo que sentimos y lo que mostramos. Si, por ejemplo, un padre intenta calmar a su hijo pero está visiblemente estresado o enfadado, el niño percibirá esa tensión, lo que dificultará el establecimiento de un vínculo seguro. Cazurro menciona que, a menudo, los padres se centran únicamente en lo que dicen, sin prestar atención a lo que su lenguaje corporal comunica. "Nos olvidamos de que todo el cuerpo está hablando", sostiene.

La psicóloga explica que el concepto de "atender lo invisible" hace referencia a todos aquellos factores que afectan nuestra relación con los hijos pero que no siempre somos capaces de identificar o nombrar. Esto incluye el estado de nuestro sistema nervioso, las tensiones no resueltas entre padres, las dificultades económicas o incluso las traumas pasados. Estas realidades invisibles tienen un gran impacto en el bienestar emocional de los niños, aunque a menudo no se perciban a simple vista.