Los radares en España que no cumplen con la normativa europea por su instalación: ¿Se podrán recurrir las multas?

Según Alfonso García 'Motorman', se estima que un 30 por ciento se ven afectados, poniendo en peligro a los vehículos y agravando las consecuencias en caso de accidente

José Manuel Nieto

Publicado el

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En España, se estima que un 30% de los radares instalados en las carreteras no cumplen con los requisitos establecidos por la normativa europea de 2011 sobre la ubicación y seguridad de los sistemas de control de velocidad. Este incumplimiento podría tener implicaciones serias, tanto para la legalidad de las multas que estos radares emiten como para la seguridad de los conductores en caso de accidente.

Alfonso García 'Motorman', en una intervención en el programa Poniendo las Calles, explicó cómo este incumplimiento podría afectar a las sanciones y las posibles consecuencias para los vehículos. Según el precedente legal del Juzgado de Córdoba, si se puede demostrar que un radar está mal ubicado o no cumple con la normativa, las sanciones que este emita podrían ser recurridas y, por lo tanto, anuladas.

La normativa europea, en vigor desde 2011, exige que los radares de control de velocidad en las carreteras deben cumplir con ciertos estándares de seguridad, específicamente en cuanto a su instalación y ubicación. Uno de los aspectos clave es la distancia mínima de seguridad que los radares deben mantener con respecto a otros elementos de la carretera, como barreras de protección o guardarraíles.

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Zona de radar controlada a 70 km/h en Fuerteventura

En concreto, la norma establece que los radares deben instalarse a una distancia mínima de 1,30 metros respecto a las barreras de seguridad. Esta normativa tiene como objetivo garantizar que en caso de accidente, los vehículos no se vean expuestos a peligros adicionales, como impactos contra el radar o las estructuras cercanas.

¿Se podrán recurrir las multas?

Si los radares no están instalados correctamente y no respetan la distancia mínima de seguridad, pueden poner en peligro la seguridad de los conductores. Un radar mal ubicado puede convertirse en un obstáculo peligroso en caso de accidente, aumentando el riesgo de lesiones graves o fatales. De ahí que el incumplimiento de la normativa no solo sea un tema administrativo, sino también una cuestión de salvaguardar la seguridad vial.

Además, el hecho de que los radares no cumplan con la normativa europea podría dar pie a la nulidad de las multas emitidas por estos dispositivos, lo que supone un posible perjuicio económico para los conductores sancionados. El precedente legal del Juzgado de Córdoba muestra que si se puede probar que un radar no cumple con las normas de instalación, las multas correspondientes pueden ser recurridas y anuladas, lo que podría afectar a miles de infracciones ya registradas.

      
             
      

Se estima que aproximadamente un 30% de los radares en España podrían no cumplir con la normativa de distancia mínima de seguridad. Esta cifra implica que miles de conductores podrían haber sido multados por radares que no estaban correctamente instalados según los estándares exigidos por la legislación europea. La posibilidad de recurrir estas multas podría convertirse en un tema de gran relevancia, especialmente para aquellos que consideran que su sanción fue injusta o que los radares no estaban correctamente ubicados.

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Señal de advertencia de velocidad de tráfico en la carretera N-11 en la ciudad costera de Calella en la Costa Brava cerca de Barcelona en Cataluña España

Si un conductor cree que ha sido multado por un radar que no cumple con la normativa, se puede recurrir la sanción basándose en el incumplimiento de la normativa de instalación. Para hacerlo, sería necesario demostrar que el radar en cuestión no respetó las distancias mínimas de seguridad o no cumplió con los requisitos establecidos en la directiva europea de 2011.

Los radares en España

Los conductores pueden presentar una alegación a la Jefatura Provincial de Tráfico o en el organismo correspondiente que haya emitido la multa, argumentando el incumplimiento de la normativa sobre la ubicación del radar. En este sentido, contar con un asesoramiento legal especializado podría ser fundamental para asegurar que el recurso tenga base sólida.

      
             
      

El hecho de que muchos radares en España no cumplan con las normativas de seguridad también implica que, en caso de accidente, la probabilidad de agravar las consecuencias podría ser mayor. Si un vehículo choca contra un radar mal ubicado o contra una barrera de seguridad colocada a una distancia incorrecta, las lesiones pueden ser más graves, especialmente si no hay suficiente espacio para maniobrar o frenar de forma segura.