La realidad del relevo en la España Vaciada: "Los jóvenes que pelean por una habitación de 700 euros lo cambiarían"

El documental 'El año del relevo' de Laura Jou muestra los problemas para asegurar el futuro del campo nacional, de ganaderos y agricultores en el país

José Manuel Nieto

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En un momento crítico para el campo español, donde las estadísticas muestran una preocupante falta de renovación generacional, el documental 'El año del relevo' dirigido por Laura Jou ofrece una mirada profunda sobre las dificultades que enfrentan los jóvenes que deciden asumir el futuro de la ganadería y la agricultura en la España vaciada

A través de las historias de familias rurales, el film desentraña el dilema personal y profesional de aquellos que, en su mayoría, se ven obligados a elegir entre perpetuar el legado familiar o seguir sus propios sueños en las ciudades, donde las oportunidades laborales suelen ser más atractivas, pero con un alto coste en términos de precariedad.

En una entrevista en el programa Poniendo las Calles de Carlos Moreno 'El Pulpo', la directora Laura Jou y uno de los protagonistas del documental, Pol Toro, compartieron las experiencias que dieron forma a la producción y reflexionaron sobre los retos y las paradojas que viven los jóvenes del campo.

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Pequeños agricultores Europa agricultura España

La motivación de Laura Jou para hacer este documental surgió del contraste entre su vida urbana y la realidad del mundo rural. "Yo soy una persona muy urbanita, vivo en Barcelona, y tenía mucha curiosidad sobre cómo se vive en este mundo", confesó. 

La realidad del relevo en la España Vaciada

La directora explica que quería abordar el tema del relevo generacional desde una perspectiva emocional, más que técnica o institucional. A través de su cámara, se adentró en la vida de familias que se enfrentan a la difícil tarea de asegurar la continuidad de sus negocios ganaderos, al tiempo que deben lidiar con la falta de relevo por parte de las nuevas generaciones.

El documental recoge la historia de Pol Toro, un joven que, al igual que otros muchos, se debate entre dos mundos. Por un lado, la tradición familiar y el negocio de la ganadería; por otro, su sueño personal de ser actor. El dilema está claro: ¿seguir el camino marcado por la familia, o lanzarse a una carrera que representa la independencia y la realización personal, pero también la incertidumbre?

      
             
      

Carlos Moreno 'El Pulpo' mencionó un dato alarmante durante la entrevista: "Tan solo el 0,23% de la tierra en España está gestionada por menores de 25 años, y apenas un 5% de los jóvenes menores de 35 años se dedica profesionalmente al campo". Esta tendencia se refleja también en la ganadería, donde el 56% de los ganaderos están próximos a la jubilación, lo que pone en peligro la supervivencia de muchas explotaciones.

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Cosecha de arroz, Delta del Ebro, España

A pesar de estos datos, Pol Toro compartió su experiencia personal y reconoció que el negocio familiar le ha dado la oportunidad de estudiar y desarrollarse profesionalmente en la ciudad. "Sin el negocio familiar, no hubiera podido estudiar lo que he estudiado ni venirme a Madrid", señaló Toro, quien ha encontrado en el campo una base sólida que le permite perseguir su sueño artístico. Este es un tema recurrente en el documental: el campo, lejos de ser un espacio de pobreza y aislamiento, proporciona a muchos jóvenes los recursos necesarios para emprender su camino hacia la ciudad, aunque eso implique enfrentarse a un futuro incierto.

"Los jóvenes que pelean por una habitación de 700 euros"

Sin embargo, para muchos jóvenes del campo, la idea de tener que asumir la responsabilidad del negocio familiar no siempre es vista con los mismos ojos. A pesar de los beneficios tangibles que puede traer el trabajo agrícola o ganadero —un trabajo, a menudo, bien remunerado y con un alto nivel de autonomía—, muchos se sienten atrapados en una realidad que no tiene la misma atracción que el bullicio y las oportunidades de las grandes ciudades. 

      
             
      

Como reconoció Laura Jou, "si los jóvenes supieran lo bien que se vive en el campo, probablemente harían una marcha atrás", refiriéndose a las dificultades de quienes pelean por una habitación de 700 euros en la ciudad.