La técnica española en los 90 para los trasplantes que copia ahora Estados Unidos y que da "resultados extraordinarios"
Beatriz Domínguez-Gil, directora de la ONT la Organización Nacional de Trasplantes, señala este detalle que corrobora que España es el mejor país en la gestión de las donaciones
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España es, desde hace más de tres décadas, líder mundial en la gestión de trasplantes y donaciones. En 2024, el país alcanzó un nuevo hito al realizar 6.464 trasplantes, un 10% más que en 2023. Este impresionante récord sigue consolidando a España como el modelo de referencia global en este ámbito, un éxito que, según Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), no es casualidad ni producto de la suerte. En Poniendo las Calles, la experta compartió las claves de este éxito, destacando cómo una técnica española de los años 90, actualmente replicada por países como Estados Unidos, ha sido fundamental para estos resultados "extraordinarios".
Beatriz Domínguez-Gil explicó que, a pesar de contar con una base excelente en cuanto a solidaridad y un sistema público de salud que facilita el acceso universal a los trasplantes, el crecimiento continuo en los últimos años ha sido impulsado por la innovación. Un ejemplo claro de ello es el desarrollo y la perfección de técnicas de preservación de órganos que permiten salvar vidas en circunstancias más complejas.
Entre estas innovaciones destaca el avance en el tratamiento de la donación en asistolia. Tradicionalmente, los trasplantes se realizaban a partir de donantes con muerte cerebral, cuyos órganos permanecen bien oxigenados hasta el momento de la extracción. Sin embargo, la introducción del donante en asistolia – es decir, aquel que ha sufrido una parada cardiorrespiratoria – ha añadido complejidad al proceso. Esta modalidad, que representa más del 50% de las donaciones en España, presenta el reto de la "isquemia", la falta de oxígeno en los órganos, pero los avances en técnicas de preservación han permitido superar este obstáculo, garantizando la viabilidad de los órganos.
Lo verdaderamente notable, según Domínguez-Gil, es que España desarrolló estas técnicas de preservación en la década de los 90, una innovación que en la actualidad está siendo adoptada por otros países, incluidos Estados Unidos. Estos dispositivos ECMO, que fueron popularizados durante la pandemia de COVID-19 para tratar insuficiencias respiratorias, han encontrado una nueva aplicación en el ámbito de los trasplantes, demostrando que España no solo lidera en el número de trasplantes, sino también en la calidad y la eficacia de sus procedimientos.
La solidaridad como pilar fundamental
Además de la innovación técnica, Beatriz Domínguez-Gil destacó la importancia de la solidaridad de la sociedad española, que juega un papel fundamental en el éxito del sistema. "En el peor de los momentos, cuando una familia está en duelo, la mayoría de los españoles dice sí a la donación", afirmó, subrayando cómo este gesto de generosidad contribuye de manera esencial al alto número de donantes y trasplantes realizados cada año.
La cultura de la donación ha sido crucial en la creación de un sistema en el que cada día se realizan en promedio 17 trasplantes en España, gracias a los 8 donantes que se registran a diario. Este compromiso social ha permitido que España supere los 33 años consecutivos liderando las estadísticas mundiales de trasplantes.
El hecho de que países como Estados Unidos estén empezando a aplicar las técnicas españolas de preservación no hace más que corroborar la excelencia del modelo español. Sin embargo, Domínguez-Gil también reconoció que el sistema de trasplantes sigue enfrentando retos, como el envejecimiento de la población y la necesidad de adaptar los criterios de inclusión en las listas de espera. Cada vez más, tanto los donantes como los receptores tienen perfiles más complejos, lo que obliga a los equipos médicos a ajustar sus métodos y a seguir innovando.
En este sentido, España ha sabido adaptarse, flexibilizando los criterios y desarrollando nuevas técnicas para asegurar el éxito de los trasplantes, incluso en condiciones difíciles. "A pesar de que cada vez el perfil del donante y del receptor es más complejo, los resultados siguen mejorando", aseguró.
La importancia de hacerse donante
El proceso de convertirse en donante en España es sencillo, pero requiere una reflexión profunda sobre la vida y la muerte. Beatriz Domínguez-Gil insistió en la necesidad de que las personas expresen su voluntad de ser donantes, ya sea mediante el registro de voluntades anticipadas o a través de la comunicación con sus seres queridos. "Lo más importante es que los familiares conozcan cuál es nuestro deseo", indicó, subrayando que la decisión de donar es, ante todo, un acto de amor y solidaridad.
España ha logrado convertirse en un referente mundial en trasplantes gracias a su capacidad para innovar, adaptarse a nuevas circunstancias y mantener un compromiso social inquebrantable con la donación. Y ahora, como bien apunta Beatriz Domínguez-Gil, otras naciones, incluida Estados Unidos, se están inspirando en el modelo español para alcanzar resultados "extraordinarios" en el ámbito de los trasplantes.