Él tenía 17 años, ella se quedó viuda con 35 y se convierten en marido y mujer pese a su familia: "Contra todos"

Yam Belez escribe al programa para contar su historia que comenzó en 1983 tras combatir contra la oposición de sus allegados y se prolongó hasta 2004, cuando falleció

José Manuel Nieto

Publicado el

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En el año 1983, cuando Yam Belez tenía solo 17 años, se cruzó en su vida una mujer que cambiaría su destino para siempre, como contó en Poniendo las Calles. Ella, viuda a los 35, cargaba con el peso de la pérdida y la soledad. La diferencia de edad y las circunstancias parecían jugar en su contra, pero el amor no entiende de barreras. Yam Belez y su amada, a pesar de las advertencias y oposiciones de familiares y amigos, decidieron seguir su propio camino, sin importar lo que el mundo pensara de su relación.

Desde el primer momento, la conexión entre ellos fue profunda. Yam, aún tan joven, entendió lo que era el amor verdadero, ese que desafía las normas y no se deja moldear por la mirada ajena. "Cuando cumplí los 18, nos casamos en contra de todo el mundo", recuerda. 

Su decisión de unirse con ella no fue fácil, pues enfrentaron la desaprobación de aquellos que no entendían cómo un joven tan joven podría comprometerse con una mujer con la que compartía tantos años de diferencia.

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Fotografía recortada de una pareja joven tomada de la mano y caminando por la playa. Un hombre y una mujer enamorados paseando por la orilla

A pesar de las dificultades externas, su relación fue sólida. Vivieron un amor que trascendió los años, con momentos de alegría y también con momentos difíciles. Durante más de dos décadas, Yam y su esposa compartieron su vida, siendo el uno para el otro un apoyo incondicional. No se trataba de una relación común, sino de un vínculo que resistió las tormentas de la vida, las críticas y las barreras que a menudo la sociedad impone.

se convierten en marido y mujer

La mujer de Yam Belez, a pesar de su juventud y su fortaleza, enfrentó la tragedia personal de quedarse viuda a una edad temprana. Pero su corazón, aunque marcado por la pérdida, encontró un nuevo motivo para latir cuando Yam llegó a su vida. Juntos, a pesar de todo, construyeron una historia de amor que no dejó que las adversidades los separaran.

Desafortunadamente, la vida les presentó otra dura prueba. En 2004, su amada falleció debido a los efectos del tabaquismo. El dolor de la pérdida fue insoportable para Yam, pero a pesar de la tragedia, su amor por ella nunca murió. 

      
             
      

De hecho, en un emotivo testimonio, Yam afirma: "Jamás me volveré a enamorar de ninguna otra mujer. Eso sí, mil vidas que viviera, mil veces que me casaría con ella". Con esas palabras, Yam refleja la magnitud de su amor y su lealtad, un amor que resistió el paso del tiempo y las adversidades.

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Fotografía recortada de una pareja joven tomada de la mano.

La historia de Yam Belez es un ejemplo de cómo el amor verdadero no tiene límites. A pesar de las barreras sociales, familiares y de edad, su relación fue un testimonio de valentía, pasión y compromiso. Aunque la sociedad a menudo juzga lo que no entiende, ellos decidieron vivir su amor a su manera, demostrando que cuando el corazón habla, nada ni nadie puede impedirlo.

"Contra todos"

Hoy, Yam recuerda a su esposa con el cariño de quien ha vivido una historia que, aunque difícil, fue profundamente rica en amor. No importan los años que hayan pasado ni las voces que les dijeron que no era posible. Para él, el amor verdadero es eterno, y con cada recuerdo, sigue viviendo junto a ella, en su corazón, como si el tiempo no hubiera pasado.

      
             
      

Esta es la historia de Yam Belez, un hombre que luchó contra el mundo para hacer realidad su amor y que, tras la partida de su amada, sigue aferrado a la promesa de que, aunque no pueda tener mil vidas, en todas ellas, elegiría a su mujer una y otra vez. Una historia de amor contra todos, pero más fuerte que todo.