Después de pasar varios días sin móvil, estas son las consecuencias en jóvenes: “Pasan a ser producto"

El experto en redes sociales Telmo Lazcano Muzga, ha explicado en 'Poniendo las Calles' su proyecto, 'No Phone Challenge' que busca alejar a los jóvenes de las pantallas

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Después de pasar varios días sin móvil, estas son las consecuencias en jóvenes: “Pasan a ser producto"

Redacción Poniendo Las Calles

Publicado el - Actualizado

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Es la herramienta más utilizada por la mayoría de los jóvenes, el teléfono móvil. Las redes sociales a las que se pueden acceder a través del dispositivo se han convertido en el motor esencial del día a día para los menores de edad. En ciertas personas se llega a convertir en un uso compulsivo, algo nada bueno para los jóvenes.

Según últimos datos del INE (2023), en territorio español residen más de 47 millones de personas y hay 56 millones de líneas móviles, con lo que más de una persona tiene más de un móvil. El teléfono se ha convertido en la herramienta esencial de funcionamiento para jóvenes y mayores, aunque entre los primeros existe una sensación mayor de apego y de necesidad, de estar en contacto con personas, de buscar la aprobación del resto y de socializar, llegando a pasar más de ocho horas delante de un pantalla.

“El uso compulsivo de los teléfonos móviles tan jóvenes no suele traer nada bueno.” - razona nuestro ponedor de calles de hoy, Telmo Lazcano Muga. Es historiador y profesor de ciencias sociales e inglés en el instituto de educación secundaria Usandizaga Peñaflorida Amara BHI de Donostia. Recientemente ha llevado a cabo un estudio que nace en el instituto en el que el trabaja: 'No Phone Challenge'.

“El objetivo principal era que ellos mismos construyeran un conocimiento amplio sobre todo lo que es acorde a las redes sociales. Un punto clave de todo esto es darnos cuenta de que si no pagamos por el producto es porque nosotros nos convertimos en el producto.” La primera fase buscaba construir un conocimiento hondo acerca de lo que todos tenemos a diario entre las manos.

“La clave fue que a ninguna persona le gusta escuchar lo que tiene que hacer y muchas veces prohibir algo invita a hacerlo. Cuando se dieron cuenta ellos que todo el tiempo que pasaban delante del móvil era intencionado, porque el objetivo de estas redes sociales es que pases el mayor tiempo posible delante de la pantalla, fueron ellos los que intentaron buscar esa relación saludable, de que el móvil no les controle.” - cuenta Telmo. - “Una de las sendas a caminar es buscar esa motivación interna donde ellos mismos se den cuenta de que se están perdiendo muchas cosas por estar delante de una pantalla y que no les está haciendo ningún bien.”

El proyecto tenía tres partes: el primero, basado en crear un conocimiento amplio sobre la problemática, desarrollando en una segunda parte, un punto de vista crítico. La tercera parte se relacionaba con estar una semana sin móvil, escribiendo un diario en el que se explicaran detalladamente las emociones y vivencias sin el dispositivo. Los objetivos reales eran que sus alumnos desarrollaran un conocimiento práctico y hondo sobre lo que realmente tenían entre manos y comprobaran la relación que tenían, a nivel personal, con el dispositivo. Tres meses después de realizar el proyecto, comprobaron como todos habían reducido el tiempo del uso a la mitad aplicando herramientas. “Estoy muy orgulloso de ellos porque todos aguantaron la presión. El móvil se quedó en dirección bajo llave y los padres y madres estaban muy involucrados.” - analiza con Carlos Moreno 'El Pulpo'.

La grande problemática con los teléfonos móviles viene cuando los jóvenes vinculan su autoestima y su salud mental a lo que viven a través de este dispositivo.” - explica el profesor Telmo. - “Los adultos mayormente lo utilizamos para trabajar o como herramienta, pero los adolescentes lo vinculan a autoestima e identidad. Es muy crítica la idea de que en la adolescencia los valores, la autoestima y la salud mental dependan de un dispositivo que nos alimenta de una forma superflua, dejando de lado cosas que de verdad nos hacen bien.”

“Yo creo que vivimos en una sociedad tecnológica completamente. Si entendemos la educación como un servicio que se da al ciudadano para que sea competente, tenemos que instruirlos acerca del manejo de la tecnología. Hay que enseñar como funciona y que consecuencias puede tener un mal uso de ellos, instruyendo directamente sobre el uso de la tecnología mas cercana que tienen los chavales, como son los teléfonos móviles y las redes sociales.” - finaliza Telmo Lazcano.

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