¿Qué significan las señales de colores de la DGT para la niebla? Peligros con la verde, la amarilla y la roja
Alfonso García explica desde Poniendo las Calles algo que es muy útil en estos días de invierno en los que seguramente te encuentres en la carretera con esas nubes bajas
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Cuando nos encontramos conduciendo un coche y nos atrapa una densa niebla en la carretera, son muchos los problemas que un conductor debe sortear en estas condiciones al conducir. Es una de las experiencias de manejo más peligrosas y la DGT trata de avisarnos de esos riesgos con señales que nos recuerda Alfonso García en Poniendo las Calles.
La niebla se ha convertido en uno de los factores principales detrás de un aumento en los accidentes de automóvil en determinadas partes del mundo. Es un fenómeno atmosférico comúnmente caracterizado por la suspensión en el aire de gotas microscópicas de agua, generalmente producida por la condensación.
Suele desarrollarse cerca de la superficie de la tierra y se relaciona con la temperatura. Este fenómeno se ve muy frecuentemente en sitios costeros, montañosos o cercanos al agua, donde la diferencia entre la temperatura superficial del suelo y el aire produce condensación.
A menudo se asocia a los amaneceres o atardeceres y suele estacionarse principalmente cuando hay calma y ninguna brisa que disperse el vapor. La densidad variable puede ser lo suficientemente baja como para permitir visibilidades mayores a un kilómetro o tan altas como para limitar la visibilidad a tan solo 5-10 metros.
Las señales de colores de la DGT para la niebla
La Dirección General de Tráfico establece una serie de recomendaciones para combatir la pérdida de visibilidad asociada a la niebla y mitigar el riesgo de accidentes. Este organismo aconseja a los conductores que tomen como referencia la línea del arcén o, en su caso, a otros vehículos para guiarse por la carretera.
También les exige que empleen las luces del coche adecuadamente para hacerse notar ante el resto de los usuarios. Las colisiones por alcance son un peligro potencial en vías con niebla, en parte debido a que el firme se humedece y, por tanto, los neumáticos reducen su adherencia al asfalto.
En caso de aquaplaning, se aconseja mantener la calma, sujetar firmemente el volante y evitar frenar o acelerar hasta que las ruedas recuperen el agarre. También se advierte sobre el peligro de hojas caídas, que pueden actuar como una capa de hielo en la carretera.
El espesor de la niebla puede impedirte ver los vehículos u obstáculos que se encuentren unos metros por delante. Es por eso por lo que, aunque estés en una vía con varios carriles por sentido, procura circular siempre por el carril derecho. En caso de las vías convencionales, está prohibido hacer adelantamientos.
La verde, la amarilla y la roja
Para avisar de la densidad de la niebla que afecta a un tramo de carretera y las restricciones a la circulación, la DGT utiliza un código de color que identifica si se puede circular o no y con qué grado de precaución. Alfonso García lo desgrana en Poniendo las Calles para que sepas identificar qué puedes hacer y qué no.
Un sistema, pionero en Europa y desarrollado por la DGT, permite conducir con niebla densa cuando la visibilidad está reducida a 30-40 metros, cuando en circunstancias normales no sería posible circular con seguridad suficiente y la vía permanecería cortada al tráfico.