El sexto sentido "se entrena" y "no es exclusivo de las mujeres": así es como los hombres lo desarrollan

Toda la vida hemos escuchado que los seres humanos tenemos cinco sentidos: vista, oído, gusto, olfato y tacto... Aunque también es verdad que algunas veces se ha dicho que las mujeres tienen un sexto sentido. Sobre ello hablamos con la neurocientífica Raquel Marín, catedrática de Fisiología y escritora, en Poniendo las Calles.

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El sexto sentido se entrena y no es exclusivo de las mujeres: los hombres lo desarrollan

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Todos recordamos una mítica escena del cine en la que Haley Joel Osment le dice a Bruce Willis la icónica frase "en ocasiones veo muertos". Existen múltiples definiciones de este sexto sentido, y todas ellas coinciden en que capta aspectos de la realidad que si no existiese, nos pasarían desapercibidos por completo.

Que las mujeres tienen un sexto sentido es vox populi. El sexto sentido femenino es una construcción popular tan poderosa que ya no se cuestiona. Eso sí, no son como el niño que en ocasiones veía fantasmas, sino algo así como criaturas esencialmente empáticas, telépatas, expertas en gestualidad, escrutadoras de los estados emocionales y demás.

Un equipo de expertos de la Universidad de Ruhr de Bochum asegura que existe un nuevo sentido que consiste en la capacidad que tienen algunas personas de sentir otros sujetos sin necesidad de tener contacto físico con ellos: "Demostramos que la mayoría de los sujetos describen la ilusión del tacto fantasma como una sensación electrizante".

El sexto sentido

¿Cuántos sentidos tenemos realmente? Porque siempre nos han dicho que son cinco, pero en la actualidad hay expertos que hablande seis, de siete, de 21 y hasta de 32. Raquel Marín asegura que tenemos los cinco de siempre, y que a esos habría que sumar otros tantos que luego se pueden clasificar en distintos grupos.

"Para empezar, en ciencia, lo del sexto sentido va a depender mucho de quién lo clasifique", señala Raquel Marín, "cuando hablamos de sexto sentido, muchas veces hace referencia a la capacidad empática o de percepción de las sensaciones, o incluso pensamientos de otras personas sin que digan nada".

La neurocientífica continúa explicando que "de acuerdo a nuestra historia evolutiva, las mujeres siempre han desarrollado más esta capacidad por cómo estaba estructurada la sociedad cuando hemos desarrollado nuestro cerebro". Se refiere a que lo han hecho "en una sociedad nómada, grupal, nómada".

"La labor de la mujer era una labor mucho más adaptada a un contexto social", continúa, "cuidar de la prole, interaccionar con otras personas del campamento, para poder efectuar el mantenimiento de ese campamento": "Las mujeres pueden tener una mejor capacidad para entender las mentes de otras personas sin necesidad de hablar con ellas".

"No es exclusivo de las mujeres"

Raquel Marín se encarga de dejar claro que "eso no quiere decir que sea específico de las mujeres, porque es más bien es un concepto de adaptación y de entrenamiento": "Si un hombre está habituado a una labor social, pero que tengan un gran conflicto social o personal, pues también va a desarrollar esa especie de sexto sentido".

Es por lo que la neurocientífica asegura en Poniendo las Calles que no cree "que sea específico de las mujeres": "Pero de una forma histórica evolutiva, pues sí, hemos tenido que estar más expuestas a ese ejercicio y a esa práctica por nuestra labor y rol dentro de lo que era el grupo social tribal".