La Campana recibe con "ojos vidriosos y compases de amor" a la Virgen de la Esperanza Macarena

"Vamos a seguir repartiendo esperanza, puerta arriba, al cielo", se escucha decir a José María Rojas Marcos, el capataz de la Virgen de la Esperanza Macarena. Los costaleros se dan fuerza mutua y sube al cielo el palio de la Virgen de la Esperanza Macarena, mientras suena el llamador con forma de dragón.

Suena la banda del Carmen de Salteras, que toca 'Esperanza de vida', de Manolo Marvizón, una canción dedicada a los donantes de órganos. La Macarena está llegando a la Campana, ya se escucha la música en la plaza y todas las cabezas están giradas hacia esa calle donde se ve la candelería.

"Vamos a ver si tenemos en el diccionario las palabras suficientes para contarles lo que supone un paso de palio, que no es cualquier palio, por el centro de los corazones, como cuando entra la sangre, así entra la Macarena entra en el corazón de la Semana Santa de Sevilla", dice Carlos Herrera, visiblemente emocionado ante la llegada de la Virgen a la plaza.

En este momento, Herrera ha recordado al gran Antonio Santiago, hijo del grandioso Manolo Santiago, de quién guarda un emotivo recuerdo. "Aquellos que le conocimos seguimos teniendo el pellizco en el corazón de aquella voz conmovedora con la que sabía transmitir a sus costaleros todo lo que estos necesitaban para llevar la Virgen. Recuerdo la última vez que estuvo delante de un paso durante unas horas, con la Virgen de la Paz. Recuerdo la última llamada, como si fuera ahora y podría ser el 1994. Su hijo tenía 17 años cuando se puso en La Campana al frente de La Macarena", ha narrado el comunicador.

Suena aplausos cuando la Virgen enfila la calle. Aplausos de alegría, de júbilo mientras suena 'Como tú ninguna', compuesta para la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza". La Esperanza Macarena entra en la plaza despacio, "como si dijera, más tiempo entre vosotros voy a estar".

Carlos Herrera, delante del paso de palio, puede escuchar a José María Rojas. Arría el paso en señal de respeto y la plaza al completo reza un Ave María, al que se une Carlos Herrera a través de los micrófonos de COPE. Llama al paso el capataz y pide que la levantá se haga "por la hermandad de la Esperanza de Triana".

El comunicador camina delante de la Virgen, a tanto un metro del respiradero, "caminando de espaldas para poder verla a ella y poder contárselo a ustedes". "¿Cómo se lo cuento yo?", se pregunta el Herrera, visiblemente emocionado. "Que no le falte a nadie la esperanza, que sea siempre nuestra esperanza", podemos escuchar al capataz, mientras suena la música y los pasos acompasados.

"Cuánto cuesta traducir las emociones en palabras. Ver de tú a tú a la madre de Dios, lentamente, sobre los pies, sabiendo lo que llevan encima. Corazones arracimados, ojos vidriosos, compases de amor. La Virgen va girando la esquina como si no hubiera prisa, esperando que la Virgen se quede, que no se vaya", explica el comunicador. Tras su paso, la Macarena ha abandonado la plaza con una petalada, a su entrada a la calle Sierpes.