Cómo una elección de Benedicto XVI cambió la vida de Marta y Pablo: "Dios no dejó nada al azar"
En 'Este Año Voy', el especial de Nochevieja de COPE, hemos conocido la historia de un matrimonio bendecido por Benedicto XVI
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Acabamos el 2022 con una de las noticias que más nos apenaron de todo el año: la muerte del Papa emérito Benedicto XVI a los 95 años de edad. Si bien es verdad que llevaba unos días delicado de salud, fue una noticia que nos entristeció mucho, aunque, ahora, hemos aprovechado esta entrada de año para recordarlo y homenajearlo como se merece.
Algo así hicimos anoche, en el especial de Nochevieja de COPE, Este Año Voy, cuando, cada vez que tuvimos la oportunidad, decidimos honrar el recuerdo de un gran pontífice y teólogo para la Iglesia. Así, hemos conocido la anécdota que nos contaba Javi Nieves, de Cadena 100, que recordaba cómo a Benedicto XVI le seguía funcionando el micrófono en plena tormenta en la JMJ de Madrid.
Pero no es la única anécdota que hemos recuperado en este especial de Nochevieja para honrar la memoria de Benedicto XVI, y es que el Papa, tocó muchas más vidas de las que él sabía. Por ejemplo, la de Marta y Pablo, que hoy en día son un matrimonio gracias a él. Y es que en 2010 organió el emérito una peregrinación a Fátima que les cambiaría la vida.
"Dios no dejó nada al azar"
Ella llegaba de Granada, y con su comunidad, iba viajando en un autobús, cuando Pablo apareció por primera vez. Lo hizo desorientado, porque no tenía que haber caído en ese autobús. "Apareció un chico que no tenía que estar ahí, en nuestro autobús, porque era de otra diócesis. Nos conocimos y empezamos a hablar" nos comenzaba contando.
"En esa peregrinación lo vivimos todo con mucha intensidad. Este chico, que se llama Pablo, y yo, empezamos a hablar. Hoy, estamos casados y tenemos cuatro niños" nos contaba emocionada.
Y es que nos confesaba que ella y su marido le tienen especial cariño al Papa Benedicto XVI, por todo lo que supuso, ya que, como contaba, "quién sabe que hubiera pasado si no hubiera convocado una peregrinación a Fátima".
"Recuerdo el mensaje que nos dio el Papa Benedicto XVI en esa peregrinación, de que Dios tiene el poder para inflamar los corazones más frios y tristes. Y es que yo no fui pensando en conocer a nadie ni nada, no era el momento, y, aún así, Dios no dejó nada al azar" nos contaba.
"También me gustaba que hablaba de María, que había venido para darnos la posibilidad de tener el amor de Dios en nuestro corazón. Le tenemos mucho cariño al a Virgen de Fátima, intentamos inculcárselo a los niños, y todo es gracias a que él decidió ir ahí" nos explicaba. Y es que el amor, la humildad, la valentía y la humanidad de Benedicto XVI cambiaron muchas vidas, como la de Marta y Pablo.
Por eso, no es de extrañar que el mundo entero haya acabado el año llorando por la muerte del Papa emérito y lo haya empezado de la misma manera. Eso sí, rindiendo el mejor homenaje y recuerdo que merecía el pontífice Benedicto XVI.