El sacerdote 'influencer' que arrasa con misas en 'streaming' en mitad del coronavirus
El padre Joaquín o @joaquinconp es sacerdote y vive el confinamiento por coronavirus en su parroquia, pero no deja de celebrar misas para todos
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Al padre Joaquín le siguen más personas en Instagram, de las que caben en el estadio de fútbol del Levante. Yo creía que eso de la misa y los curas aburrían a la gente... pero resulta que con esto del coronavirus la audiencia de la misa se ha disparado. Y eso que es la primera vez en la historia que los fieles no pueden acudir a la Eucaristía. Joaquín es sacerdote, influencer y oficia una misa por streaming que siguen cientos de personas.
Parece que es compatible eso de ser cura y que te sigan decenas de miles de personas en tus redes. El padre Joaquín ve esta herramienta como una oportunidad para llegar a las personas que tal vez están más alejadas de la fe. Por eso aprovecha su cuenta de Instagram para hablar sobre temas más de 'andar por casa'. Y parece quecasi 30.000 seguidores confirman que no ha ido mal.
A pesar del 'éxito' a muchas personas les sigue pareciendo algo extraño ver un alzacuellos en nuestro feed de Instagram. Pero con la llegada del coronavirus, resulta que esta herramienta está siendo vital. El día que se anunció el confinamiento en España, '@joaquinconp' celebró su primera misa en directo y fue "una auténtica bomba". Él es el segundo protagonista del podcast de la Cadena COPE 'Amor en tiempos de Coronavirus', que te invito a escuchar pinchando aquí.
La misa arrasa en la crisis del coronavirus
Resulta que en mitad de la crisis más grande del siglo XXI lo religioso y espiritual tiene más público incluso que algunos informativos. Joaquín dice que es un momento para situarse y ver cómo llegar a las personas de otra manera. Y el Internet y las redes, con todas sus cosas negativas, está siendo un arma muy poderosa. En este podcast, el padre Joaquín relata cómo ha sido la respuesta de sus seguidores y de los fieles en general, con las nuevas iniciativas de la Iglesia.
Pero no todo es atender a la gente. El confinamiento también le ha pillado a él, y además de ser sacerdote... también es humano. "Echo de menos a la gente" y aunque sus misas tengan más audiencia que nunca, su parroquia está totalmente vacía. Igual que todos los demás, no puede ver a su familia,ni a sus amigos, ni atender a sus fieles de la misma forma que antes.
A pesar de toda esta situación dramática, Joaquín saca dos enseñanzas muy valiosas. La primera es "que no somos inmortales", que este diminuto virus ha puesto nuestra vida patas arriba y que resulta que la vida se termina. Y para conocer la segunda de estas reflexiones, tendrás que escuchar el nuevo episodio de 'Amor en tiempos de Coronavirus'.