Prólogo de la autora

Siempre vemos a Judas como el «traidor» o el «maldito» pero, a pesar de sus errores y contradicciones, Dios nunca lo abandonó. Cristina Inogés realiza en este bookcast una profunda y honesta meditación sobre Judas para, en torno a la desesperanza que destila la traición, encontrar señales de la caridad, la compasión y el perdón necesarios para la salvación. Accede a contenidos adicionales en: cope.es/susurros


Madrid -

Más de Susurros de angustia y amor

Octavo susurro. Ya no pido tu perdón

<p>La ley jud&iacute;a declaraba maldito al que muriera colgado. Judas, que conoc&iacute;a la ley, eligi&oacute; separarse de todo y de todos aunque, realmente, no sabemos qu&eacute; pas&oacute;. Judas se sent&iacute;a abandonado hasta de s&iacute; mismo. S&iacute;, era consciente de lo que hab&iacute;a hecho desde el momento en el que intent&oacute; devolver las treinta monedas de plata. Deshacer el da&ntilde;o causado. Accede a contenidos adicionales en: <a href="http://cope.es/susurros" rel="noopener noreferrer" target="_blank">cope.es/susurros</a></p><p><br></p>

Séptimo susurro. ¿Qué son 30 monedas?

<p>&iquest;Tiene precio Dios? &iquest;Tiene precio el ser humano? En opini&oacute;n de Cristina Inog&eacute;s pueden parecer dos preguntas diferentes, sin embargo, son la misma. Para la autora, qui&eacute;n pone precio a lo creado, pone precio al Creador. Accede a contenidos adicionales en: <a href="http://cope.es/susurros" rel="noopener noreferrer" target="_blank">cope.es/susurros</a></p><p><br></p>

Sexto susurro. No lo soporto

<p>El ser humano tiene una facilidad at&aacute;vica para agarrarse con fuerza a los sentimientos que causan dolor. Es como si la alegr&iacute;a, la esperanza, el amor y la felicidad fueran algo que, solo en determinados momentos y en peque&ntilde;a cantidad, nos pudi&eacute;ramos consentir sin darnos cuenta que todo eso es contrario al plan que Dios tiene para nosotros. No podemos evitar sentir miedo, angustia o desesperaci&oacute;n, sin embargo, en esos procesos es cuando la esperanza brilla como un faro, lejano algunas veces, pero seguro al se&ntilde;alar el puerto. Accede a contenidos adicionales en: <a href="http://cope.es/susurros" rel="noopener noreferrer" target="_blank">cope.es/susurros</a></p><p><br></p>

Quinto susurro. El perfume

<p>Los perfumes reaccionan de manera diferente sobre cada piel; podr&iacute;amos decir que se personalizan solos. Como cristianos, tambi&eacute;n nos personalizamos cuando sabemos crecer en la fe y compartir la experiencia del encuentro con Cristo de mil maneras diferentes. La relaci&oacute;n con Cristo, con Dios, siempre es personal y subjetiva. Por eso, nuestra manera de darlo a conocer al mundo tendr&aacute; infinitos matices olfativos, como el perfume, y todo el mundo podr&aacute; percibir qu&eacute; bien huele la Buena Noticia y que, siendo igual para todos, tiene notas olfativas muy personales para cada uno. Accede a contenidos adicionales en: <a href="http://cope.es/susurros" rel="noopener noreferrer" target="_blank">cope.es/susurros</a></p><p><br></p>

Cuarto susurro. Esos dos

<p>Parece como si los disc&iacute;pulos hubieran recibido con indiferencia el anuncio de la traici&oacute;n. No parece que les llame la atenci&oacute;n, les inquiete, o preocupe; parece ser que siguieron comiendo y bebiendo. Ninguno de ellos pareci&oacute; tener iniciativa suficiente para impedir que sucediera. &iquest;Acaso esa pasividad no los convierte en c&oacute;mplices de la misma actitud de Judas? Accede a contenidos adicionales en: <a href="http://cope.es/susurros" rel="noopener noreferrer" target="_blank">cope.es/susurros</a></p><p><br></p>

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