Lleva a su novia a ver a Topuria a Abu Dabi a pesar del riesgo que corren del que avisa Paco González: "Nos la jugamos"

En la bulliciosa atmósfera del Etihad Arena, Esther y su novio compartieron su emocionante experiencia de viajar desde Madrid a Abu Dabi para presenciar un evento único en el mundo de las artes marciales mixtas: la defensa del título de Ilia Topuria contra Max Holloway. A pesar de las advertencias de Paco González, la pareja decidió embarcarse en esta aventura, motivados por su pasión por el deporte y la emoción del evento.

En una conversación con Ángel García, Esther relató cómo habían llegado a este punto. "Era una oportunidad que no podíamos dejar pasar", afirmó, mientras se movía entre la multitud. "Estábamos en la conferencia de prensa y mi novio llevaba una bufanda de España, ¡salimos en el vídeo!", agregó con entusiasmo. 

La conexión con otros aficionados y la energía del lugar se sentían intensamente. Con 18,000 personas compartiendo la misma pasión, el ambiente era electrizante. La historia de su viaje comenzó con su novio, un ferviente aficionado a las MMA. "Todo empezó por él, que es el que me metió en este mundillo", confesó Esther.

Su creciente afición por las artes marciales los llevó a asistir a varios eventos, como el viaje de su novio previo a Los Ángeles para ver a Topuria. "Nos estamos aficionando cada vez más", comentó, reflejando la evolución de su relación a través de experiencias compartidas.

Además de la emoción por el combate, Esther y su novio decidieron aprovechar su estancia para explorar Abu Dabi. "Llegamos el lunes y nos vamos el domingo. Queríamos hacer un poco de turismo", dijo. 

Sin embargo, admitieron que aún no habían tenido tiempo para explorar la ciudad, dejando la visita a la famosa mezquita para el último día. "Lo dejamos para mañana", explicó, mostrando cómo la pasión por el deporte puede consumir a los aficionados.

A pesar de la emoción, la pareja no pudo evitar la preocupación por los riesgos del viaje. Paco González había advertido sobre que el combate se puede acabar rápido. "Sabíamos que había riesgos, pero queríamos vivir esta experiencia", reconoció Esther. "Creo que el viaje merece la pena", añadió, reflejando un espíritu aventurero que resonó en sus palabras.

La posibilidad de que algo saliera mal durante el evento era real, desde lesiones hasta problemas de peso. "Puede pasar cualquier cosa, pero no podemos pensar en eso. Estamos aquí para disfrutar", dijo, mostrando su determinación de no dejarse afectar por los temores. Con cada pelea de UFC, siempre hay una incertidumbre inherente, y eso es parte de la emoción.

La aventura de Esther y su novio en Abu Dabi encapsula la esencia de lo que significa ser un aficionado apasionado. Desde la emoción de ver a su luchador favorito hasta la incertidumbre que conlleva asistir a un evento en una región con tensiones, cada momento cuenta. "A veces te preguntas si vale la pena, pero en el fondo sabes que estas experiencias son inolvidables", reflexionó.

Con cada viaje, no solo fortalecen su relación, sino también su conexión con el mundo del deporte. La historia de Esther y su novio es un recordatorio de que la vida está hecha para ser vivida al máximo, y que las aventuras, con sus riesgos y recompensas, son las que crean recuerdos duraderos. Así, mientras se preparan para el combate, su espíritu aventurero y su pasión por las MMA brillan con fuerza, reafirmando que, en el fondo, cada aficionado es parte de algo mucho más grande.