BALONMANO
El gesto deportivo de Gonzalo Pérez de Vargas durante el partido ante Suecia del que habla todo el mundo: "Esto es balonmano"
El guardameta de Los Hispanos fue uno de los destacados del encuentro ante Suecia, y además dejó una imagen para el recuerdo.
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Corría el minuto 40 del encuentro entre España y Suecia, el último partido del Grupo F de la ronda preliminar del Campeonato Mundial Masculino IHF 2025 que finalmente acabó con empate a 29 en el marcador, cuando los colegiado señalaron 7 metros a favor de Suecia, después de que el lateral izquierdo español Dani Dujshebaev cometiera una falta sobre el extremo derecho sueco Sebastian Karlsson.
El extremo izquierdo de Suecia, Hampus Wanne, era el encargado de ejecutar el lanzamiento y enfrente tenía a un rival conocido, su compañero del FC Barcelona, Gonzalo Pérez de Vargas, quien reemplazó a Sergey Hernández bajo la portería de Los Hispanos.
Wanne y Pérez de Vargas han jugado juntos para el club blaugrana durante las últimas tres temporadas. Durante esos años han ganando la Liga de Campeones EHF una vez, el doblete de Liga-Copa dos veces, así como la Supercopa de España dos veces y disputando también el Campeonato de Clubes Masculino IHF en 2023 y 2024.
Los dos se conocían bien, probablemente porque Wanne había lanzado innumerables penaltis en los entrenamientos frente a Pérez de Vargas. Y, por supuesto, el portero español conocía bastante bien a su rival también.
En ese momento, el marcador era 20:14 para Suecia y un gol hubiera significado una ventaja de siete goles para el equipo escandinavo, y haber sellado casi una victoria clave para avanzar a la Ronda Principal.
Sin embargo, Wanne falló el penalti, o mejor dicho, se lo detuvo Pérez de Vargas en una acción donde el balón golpeó en su cabeza después de rebotar en su brazo. Cuando el árbitro húngaro Adam Biro vio que el balón golpeaba la cabeza del portero español, detuvo el tiempo y mostró tarjeta roja a Wanne, la sanción que estipula el Reglamento del Juego por un disparo directo a la cabeza del portero desde un penalti.
Sin embargo, fue el propio Pérez de Vargas quien fue directamente al árbitro y demostró que el juego limpio es más fuerte que cualquier ambición personal o el resultado del partido. El portero español le comentó al colegiado lo que había pasado, y que el balón le había dado en el brazo antes de darle en la cabeza, y por ello, el árbitro finalmente anuló la tarjeta roja al jugador sueco.
Al término del encuentro, Pérez de Vargas señaló lo siguiente: “Al final fue así, porque en un partido más disputado, probablemente algunos aficionados me hubieran gritado, pero aquí hay muchas cámaras, existe la posibilidad del Video Arbitraje y los partidos se retransmiten. Cuando hay un balón que golpea la cabeza del portero, es un balón que golpea la cabeza del portero, pero cuando no es así, creo que hay que decirlo y no exagerar. Además, teniendo en cuenta que es un compañero, es un amigo, creo que era lo que tenía que hacer y lo hice”.
Esto ocurrió en un momento decisivo del partido, ya que Pérez de Vargas le negó a Suecia la oportunidad de adelantarse por siete goles. A partir de ese momento, España se recuperó y anuló la ventaja de seis goles de Suecia, además de llevarse un punto crucial para la siguiente fase de la competición, con un empate de 29-29.