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Nos dirigimos hacia Belébn con la ilusión de que haya sitio para nosotros en el portal: no adelantemos acontecimientos que aún nos quedan cuatro días.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Cada hora que pasa es un paso más hacia Belén. Nos dirigimos hacia allí con la ilusión de que haya sitio para nosotros en el portal. Y sí, tenemos mucha suerte que José nos deje coger al sitio en brazos para cantarle el villancico que le hemos preparado. Pero no adelantemos acontecimientos que aún nos quedan cuatro días. Todo a su tiempo. Por ahora, impaciencia y muchas ganas.

¿Por qué cuando deseamos algo, y lo deseamos mucho, parece que el tiempo pasa más despacio? Hacia Belén caminamos cada uno desde su casa, caminamos con el corazón que tiene unos pies muy pequeños que se llaman deseo, ilusión y cariño. Con estos tres pies llegaremos a tiempo, justo en el momento en el que María cogerá a Jesús por primera vez en sus brazos. Ese momento hay que verlo, no nos lo podemos perder. Es una locura pensar que Dios quiere dar por amor ese salto olímpico desde el cielo hasta la tierra. Desde su divinidad hasta la carne débil de un niño.

La distancia que va a recorrer Dios en Nochebuena deja a los 200 mil kilómetros de mi coche como una broma. Es una distancia infinita, imposible. Hoy echamos la vista atrás y nos acordamos del día en que toda esta locura dio comienzo. María, con sus 15 años recién cumplidos, recibe una visita sorprendente. Gabriel intenta hacer una entrada discreta y no asustar a la doncella, pero el ángel general no lo consigue del todo.

“No temas, no tengas miedo”, le dice el ángel a María. Dios le envía para decir que le quiere mucho. Porque Dios tiene un plan y un proyecto para sacar a la humanidad del atolladero en el que habíamos caído.

Para su plan, Dios necesita una chica que quiera ser su madre. Y esa chica es María, la flor más delicada, graciosa y bella que existe en la Tierra. Es más bonita que las galaxias y los soles más preciosos. Es más bonita que los atardeceres espectaculares de Kenia, Uganda y Sur África. Más bonita que una aurora boreal en Noruega. Y no sigo diciendo más sitios para no aburrir. Más bonita que todo lo demás junto y separado.

El sí de María es rápido, profundo y precioso: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra". ¿Por qué no decimos nosotros estas palabras imitando a María? Es una buena manera para prepararnos a la Nochebuena.

Con la incorporación de '10 minutos con Jesús', COPE sigue enriqueciendo su catálogo de pódcast y refuerza su apuesta por el contenido sociorreligioso tras producciones tan exitosas como 'Benedicto XVI, el Papa de la tormenta' o los pódcast de Semana Santa como 'Vía crucis, meditaciones en las estaciones de la cruz' y el renovado pregón que, en 2001, Carlos Herrera hizo en Sevilla.