En 'El Espejo'

“Detrás de cada paciente está Jesús”

Elena Fernández Gallardo es una de las voluntarias que participan en las XLIII Jornadas Nacionales de Delegados de Pastoral de la Salud, organizadas por la CEE.

Natxo de Gamón

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Estas Jornadas, que arrancan esta tarde, tienen como tema El voluntariado en la Pastoral de la Salud. Y quién mejor para hablarnos de ellas que una voluntaria como Elena. Ha pasado por 'El Espejo' para contarnos su experiencia de voluntariado. Es diseñadora gráfica y madre de un bebé. Pero a pesar de todo, saca tiempo para estar con los enfermos.

Elena asegura que su voluntariado es totalmente vocacional. “Justo antes de casarme conocí a una persona que entró con mucha fuerza en mi vida. Es la persona que nos dio los cursillos prematrimoniales, Gerardo Dueñas, el subdelegado de Pastoral de la Salud (de la archidiócesis de Madrid). Es también capellán del Hospital Psiquiátrico Dr. Rodríguez Lafora y me invitó a ir”, explica la voluntaria.

“Yo ya había hecho voluntariado antes en residencias de ancianos, y tenía ganas de volver, pero con niños. Entonces, al ser un psiquiátrico, ya a priori como que me echa para atrás, pero os diré que la experiencia es increíble, que no tiene nada que ver con otro tipo de voluntariado... Es tan necesario. Los pacientes con enfermedades mentales están muy olvidados, a veces por sus propias familias”, cuenta Elena, que afirma que este tipo de enfermos causan rechazo en la sociedad. “Aparte de la labor clínica, que es fundamental, es tan necesario que ellos tengan ocasión de charlar con alguien que les escuche, que realmente les haga sentir queridos. No sólo atendidos clínicamente, sino queridos”.

"Soy absolutamente feliz haciendo esto"

Elena recuerda que es fundamental que los voluntarios estén formados. “A veces te encuentras con situaciones en las que es importante que sepas cómo actuar”. Además, también valora la importancia de que la Iglesia cuente con un importante número de voluntarios al servicio de esta Pastoral. “Nunca somos suficientes. Somos un granito de arena, y también somos ejemplo como ciudadanos. Hacemos una labor que a veces está en segundo plano, como voluntarios, pero somos efecto llamada para otros tantos voluntarios. La Iglesia nos necesita. Bueno, la Iglesia y la sociedad”, asegura Elena.

Volviendo al tema de la formación, no sólo es importante la que es puramente clínica, sino que también debe tener un peso la formación eclesiástica. “Yo acudo a la Escuela de Pastoral de la Salud, en la que recibimos muchas charlas formativas, nos resuelven dudas que nos surgen en los distintos ámbitos, por ejemplo, en los cuidados paliativos... También nos sirve la experiencia de otros compañeros, y es donde te sostienes, porque siempre está lo que conviene hacer, lo que es de manual, y luego lo que la situación te pide”, explica esta voluntaria.

"Es tan bonito, aporta tanto. Te mueve tanto el corazón, ves que estás haciendo tanto bien..."

Este voluntariado no se acaba cuando Elena sale del hospital. Ella afirma que tiene mucha repercusión en su vida. “Cuando cuento mi experiencia, mucha gente de mi entorno me dice '¿Y con un bebé? Y es muy duro, ¿no? ¿Y no te repercute?' Y no, al contrario. Me llena de beneficios. Soy absolutamente feliz haciendo esto”.

Elena también ha recordado sus comienzos en el voluntariado de Pastoral de la Salud. “Cuando empecé, hace ya 3 años, me vi muy involucrada con un paciente con enfermedad mental, y me preguntaban: 'pero... ¿por qué lo haces?' y yo les respondía con toda naturalidad: 'pues porque tuve hambre y me disteis de comer, y tuve sed y me disteis de beber' y es que me voy a casa con una paz... Sabiendo que detrás de cada paciente está Jesús, y que en este pequeño trocito de mundo, en este hospital, estuvo Jesús, tuvo hambre y le di de comer. A lo mejor es un sentimiento muy egoísta, pero...” cuenta esta voluntaria en el Hospital Psiquiátrico Dr. Rodríguez Lafora.

Elena Fernández Gallardo concluye la entrevista haciendo un llamamiento. “Es tan bonito, aporta tanto. Te mueve tanto el corazón, ves que estás haciendo tanto bien... Yo invito a todo el mundo a que dedique parte de su tiempo a visitar a los enfermos en sus casas, a los ancianos... En el ámbito en el que se sientan más cómodos”.