Los obispos argentinos condenan el "tono beligerante" entre candidatos al Parlamento en campaña electoral

Mons. Óscar Vicente Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), ha lamentado el "tono beligerante" que se ha adoptado en el país. Y es que, en el marco de la campaña política que se está llevando a cabo en el país de cara a las próximas elecciones parlamentarias, se percibe un clima de tensión entre los candidatos durante en los mítines, viéndose comprometida la posibilidad de "tomar una decisión razonable y serena".

Esta conflictividad se ha trasladado a la sociedad argentina y ha generado un clima de tensión. Mons. Ojea recuerda, en este sentido, que "la política piensa en el bien común".

Durante la homilía del pasado domingo, 8 de agosto, Mons. Ojea lamentó el modo en que han comenzado los actos y discursos políticos: "Ha comenzado la campaña electoral y hemos escuchado insultos y denigraciones: una especie de guerra para aniquilar al otro lo antes posible, con una fuerte falta de atención a los problemas reales de la gente", afirmaba el prelado.

Del mismo modo, el obispo explicaba que "pensar en las próximas generaciones no tiene fines electorales, sino que es lo que exige la verdadera justicia".

Los políticos, responsables del futuro de la sociedad

Además, Mons. Ojea destacó la responsabilidad de los políticos con respecto a las futuras generaciones, afirmando que "reconocer a cada ser humano como hermano y buscar una amistad social que integre a todos no son meras utopías, sino que requieren la determinación y la capacidad de encontrar caminos eficaces para hacerlas realmente posibles".

"No podemos afrontar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que sólo convierten a los pobres en seres domesticados e inofensivos", expresa el prelado.

El obispo pidió a los futuros parlamentarios que observen las verdaderas necesidades del pueblo argentino para contemplar qué cambios son realmente necesarios en el país y "para poder decidir sin dejarnos influir por los insultos que continuamente se lanzan de un lado a otro y que nos impiden razonar".

Al concluir la homilía, el presidente de la CEA pidió poner los ojos también en los enfermos a causa de la pandemia de la covid-19, que arrastra en el país un total de cinco millones de contagios y más de 107.000 muertes.