Los obispos venezolanos denuncian que la policía entorpece la labor humanitaria: "Prohíben el paso de ayuda"
La nota de los obispos se publica después del paso de lluvias torrenciales por el estado de Mérida, dejando al menos 20 fallecidos y graves daños materiales
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Los obispos Mario del Valle Moronta y Juan Alberto Ayala, titular y auxiliar respectivamente de la diócesis de San Cristóbal (Venezuela), han transmitido su solidaridad con la archidiócesis de Mérida tras las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias. Del mismo modo, han denunciado la actuación de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que ha obstaculizado la llegada de ayuda humanitaria a las zonas afectadas.
La nota de los obispos explica que "nos ha llamado poderosamente la atención cómo funcionarios de la GNB intentaron evitar que se pudiera recibir ayuda que estaba destinada a los damnificados", denuncian los prelados, al tiempo que relatan que "no es un secreto que, desde el pasado viernes,
Los obispos de San Cristóbal han denunciado que "los funcionarios dicen haber recibido orden de la superioridad, pero no aparece nada por escrito y tampoco da la cara".
Fruto de estos hechos, los obispos exigen que se permita el paso de la ayuda humanitaria y denuncian la falta de cooperación de los agentes policiales con los afectados: "¿Dónde queda el juramento de defender al pueblo y sus derechos que hacen ante la Bandera y la Constitución Nacional? El clamor de mucha gente es ¡Basta, hasta cuándo!".
La policía, al servicio del bien ciudadano
Además, el comunicado realiza un llamamiento a los miembros de la GNB, pidiendo "que se pongan, de una vez por todas, del lado del pueblo, de donde han salido y del cual forman parte sus familiares". Del mismo modo, los obispos desaprueban la sistemática acción policial contraria a las necesidades de la población: "Es necesario que haya un cambio de conducta: ojalá que el trato de los más vulnerables, indefensos y débiles sea hecho con respeto atendiendo a la dignidad humana de cada ciudadano", manifiesta la nota.
Por último, los prelados se dirigen a los capellanes militares pidiéndoles que exhorten a los oficiales de policía a actuar en favor de las vidas de los afectados, y solicita oraciones de los cristianos de Venezuela para la mejora de la situación.
Las lluvias torrenciales que han tenido lugar en Mérida, dejando al menos 20 fallecidos, han llevado al régimen de Maduro a firmar un decreto de emergencia con una duración de 90 días para atender los desastres causados por el temporal en el sur y oeste del país.
Mérida ha sido uno de los estados más afectados, con desbordamientos de ríos e inundaciones, lo que ha provocado cortes de electricidad en algunos municipios y daños en cientos de viviendas, algunas quedando totalmente destruidas. Otros estados como Apure, Bolívar, Yaracuy o Zulia también han resultado afectados.