El Papa reconoce las virtudes heroicas de Juan Pablo I y el Padre Morales

En una audiencia con el cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para la Causas de los Santos, Francisco ha cerrado el trámite final para la proclamación de las virtudes del llamado Papa de la sonrisa y lo sitúa, por tanto, más cerca de los altares.

Juan Pablo I -de nombre de pila Albino Luciani- es hijo de familia muy humilde. Natural de Belluno es el primer Papa nacido en el siglo XX y el último italiano hasta el momento, ya que sus sucesores en el Papado proceden de otras partes del mundo fuera de Italia. Ocupando diversos cargos pastorales en la Diócesis de Belluno, llega a ser Vicario General y San Juan XXIII le nombra obispo, consagrándole en plenas fechas navideñas de 1959. Precisamente marchará de Patriarca a Venecia donde estuvo años atrás el Papa Bueno. Elegido Papa el 26 de agosto de 1978 a la muerte de Pablo VI, regirá la Iglesia durante 33 días, ya que fallece el 29 de septiembre de ese mismo año.

La noticia del reconocimiento de sus virtudes heroicas era ya esperada, pues la había anunciado esta semana la vice-postuladora de la causa, Stefania Falasca, que ha publicado un libro descartando las sospechas de que murió asesinado. El martes, los miembros de la Congregación para las Causas de los Santos aprobó por unanimidad las virtudes.

Por su parte, el Padre Tomás Morales nace en 1908 en Macuto -Norte de Venezuela-, ingresando en la Compañía de Jesús en 1932, siendo ordenado sacerdote un 13 de mayo de 1942. En esta década funda los Cruzados de Santa María, cuyas constituciones entrega para su aprobación en 1985 a San Juan Pablo II. Muere en Alcalá de Henares en 1994.

Junto a Juan Pablo I y al padre Tomás Morales, el Santo Padre ha reconocido las virtudes heroicas de Bernardo de Baden, marqués de Baden (Alemania, 1429-1458); del franciscano Gregorio Fioravanti (1822-1849); de Marcellino da Capradosso (1873-1909) y de Teresa Fardella (1867-1957).