El mensaje de Mons. Argüello en el inicio de la Cuaresma: “Ser cristiano no es un club de amigos de Jesús”

El Secretario General de la CEE ha deseado a los usuarios de Aleluya y COPE.es un buen camino de Cuaresma: “Profundicemos en la fe, la esperanza y la caridad”

Redacción Religión

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Este 17 de febrero, Miércoles de Ceniza, ha arrancado el tiempo de Cuaresma, con el que los católicos nos preparamos para la celebración de la Pascua. Un tiempo litúrgico propio, es decir, distinto al tiempo ordinario que se vive en la Iglesia.

Con motivo de este Miércoles de Ceniza, el Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, ha lanzado un mensaje a los usuarios de Aleluya y COPE.es para desearles un buen camino de Cuaresma: “Cada año la Iglesia, a través del Año Litúrgico, nos da la oportunidad de renovar los fundamentos de nuestra vida cristiana. Así, el tiempo de Cuaresma y de Pascua es la ocasión anual espléndida para caer en la cuenta de que somos un pueblo de bautizados, y que se reúne semanalmente en torno a la Eucaristía en la que se celebra la Pascua del Señor.

El portavoz del organismo episcopal ha continuado remarcando que, en estas semanas, “tratamos de poner el corazón a punto a través de la oración, el ayuno y la limosna para poder renovar en la noche Santa de la Pascua nuestro Bautismo. Así, caemos en la cuenta de que ser cristiano no es apuntarse a un club de amigos de Jesús ni tener una bandera de valores más o menos ideológicos, sino experimentar una verdadera vida, una vida nueva que se manifiesta en el amor fraterno, incluso en el amor de los enemigos. Jesucristo muere en la cruz perdonando a todos”, precisa el también obispo auxiliar de Valladolid.

De esta manera, Mons. Luis Argüello ha indicado que este periodo de Cuaresma es un tiempo estupendo para poner en valor la Eucaristía, máxime en unos tiempos como los que vivimos, marcados por la pandemia de la covid-19: “La pandemia nos sigue acompañando, y eso nos dificulta incluso que podamos vivir como siempre las diversas propuestas que se nos hacen desde las comunidades cristianas. Pero, quizás, este año también nos ha ayudado a caer en la cuenta de lo importante que es celebrar la Eucaristía. Como decían aquellos mártires de Abitinia, que la Iglesia recuerda cada 12 de febrero, sin el domingo no podemos vivir, sin la Pascua del Señor vana seria nuestra existencia”.

Para concluir, el Secretario General de la CEE ha deseado a los fieles un buen camino de Cuaresma: “Convirtámonos y creamos en el Evangelio, vivamos el ayuno, la oración y la limosna para profundizar en la fe, la esperanza y la caridad”.