Un estudiante hace 'pellas' en el instituto y las “represalias” no las olvidará en mucho tiempo

La asignatura de Física era una de las pesadillas de Antonio durante su etapa en Secundaria en un centro de Sevilla. Casi siempre suspendía los exámenes y arrastraba la materia en septiembre.

Su mala relación con la Física llegó a tal punto que en Tercero de la ESO tiró la toalla, haciendo 'pellas' durante esa hora. Lo que no podía imaginar Antonio, que en general no era mal estudiante, es que sus ausencias en Física le iba a costar tan caro una mañana de abril.

Las reuniones que mantenían los docentes en las evaluaciones de finales de trimestre, hacía que todos conocieran los resultados que obtenían los alumnos en cada asignatura, por lo que a muchos les sorprendían que Antonio obtuviese unos resultados tan nefastos en Física, mientras en otras materias no sobresalía, pero aprobaba con holgura.

Su párroco y profesor de Religión entra en acción

"Es que ya ni viene ni a mi clase", comentaba su profesor de Física. Un comentario que sorprendió a Don José María, sacerdote que impartía clases de Religión en el centro y que conocía bien a Antonio y a su familia, ya que eran fieles de la iglesia de la que Don José María era su párroco.

Don José María se interesó por los resultados de su alumno y feligrés en Física. Comprobó que las faltas sin justificar eran constantes y había exámenes que dejaba en blanco. Por ello, Don José María decidió tomar cartas en el asunto. Estuvo pendiente de los movimientos de Antonio en el centro. Efectivamente, pudo comprobar cómo se las ingeniaba para abandonar el centro durante la hora de Física. Don José María, lejos de inquietarse y llamarle la atención, lo dejó pasar.

El castigo a Antonio

Pero los problemas llegarían cuando Antonio llegó a su casa a la hora de comer. Sus padres, con cara de pocos amigos, afearon a su hijo su actitud en Física. Don José María les había contado lo sucedido. Antonio tuvo su castigo por aquellas 'pellas'.

Pero no todo quedó ahí, ya que el profesor de Religión y párroco ofreció como solución enviar a Antonio a un buen profesor de Física para recibir clases particulares y ayudara a Antonio a superar la asignatura.

La reprimenda de Don José María a Antonio que surtió efecto

Al día siguiente, Don José María habló en el instituto con Antonio para abordar el asunto. "Sé que estarás enfadado conmigo pero ha sido por tu bien. Y da gracias que no le dije a tus padres que salías del centro en horario de clase, porque a tu edad está prohibido salir... si no es porque te conozco desde siempre no hubiera tenido tanto miramiento y te hubiéramos expulsado unos días" le reprochaba el cura.

Pero lo cierto es que la voz de alerta de Don José María fue para bien, ya que Antonio recibió estas clases de refuerzo los dos últimos meses de curso, y pudo salvar la asignatura en junio. Gracias al bien que le hizo Don José María, su párroco y profesor.

Más de diez años después de aquello, Antonio sigue sintiendo animadversión hacia la Física y las ciencias en general, pero guarda gran recuerdo de Don José María, algo más que su profesor y párroco.