César, el joven al que le ha "cambiado la vida" la Renovación Carismática

César es maestro en el colegio Juan Pablo II de Alcorcón. Nació en Madrid y pertenece de la Renovación Carismática nos ha explicado qué significa para él ser carismático, como cambió su vida comenzar a acudir a un grupo de la RCCE y qué le puede aportar a un joven católico. Tiene 28 años y pertenece al grupo de oración de la Renovación Carismática 'Ruah' en la Parroquia de la Inmaculada de Alcorcón. Conoció la Renovación hace cuatro años en esta parroquia de la Diócesis de Getafe, cuando pasaba por un momento de turbulencia en su vida y unos jóvenes le animaron a participar en su grupo de oración carismática. Desde entonces se reune cada martes con dicho grupo, que está formado por unos 30 hermanos carismáticos.

Antes de conocer la Renovación Carismática, "vivía la fe, de tal manera, como que yo tenía que alcanzar a Dios. Ha sido como encontrar la libertad, una alegría profunda en el corazón, conociendo al Espíritu Santo. Una transformación de mi vida". 

Aunque creía en Dios desde pequeño, estaba pasando por un momento de turbulencias, de dolor, pero Dios cambió por completo la vida de César: "Era un momento de mucho sufrimiento. Estaba un día rezando en la parroquia y aparecieron dos jóvenes que me dijeron 'vamos a empezar a hacer una oración de alabanza, fue un momento como una tabla de salvación para mí. Descubrí lo que era la alabanza, salir de mí mismo para mirarle a Él (Dios). Fue lo que me sacó de esa situación".

Para César, la Renovación le aportó vivir "Un cristianismo renovado. Vivir como hijo de Dios, en relación con Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Viendo como Dios va sanando, vivir con alegría y gozo, una fe renovada. Lo puedo hacer bien, lo puedo hacer mal, o no hacerlo, pero el amor de Dios no cambia. Fe renovada", afirmó. 

"Lo que me llama la atención es la libertad de levantar las manos, de pie, hacer cantos inspirados, rezar en alto, es como estar en la casa del Padre lo más precioso", respondió. Por ello invita que los jóvenes católicos se acercen a la RCEE: "Que vengan sin ningún prejuicio, que simplemente lleguen a Dios, que cierren los ojos, que se sientan libres, y que el Espíritu Santo les va a llevar la libertad. Parece que la Renovación son sentimentalistos pero es mucho más, va a crecer a nivel humano, va a poder sanar su historia, va a poder reconciliarse con su historia, va a poder avanzar y no quedarse estancado en la vida".

César concluyó explicando en qué consiste la Asamblea Nacional de la Renovación Carismática Católica de España, donde participa desde hace cuatro años. Acuden personas de toda España y de todas las edades, para compartir la alabanza, la oración. Aconsejó a los jóvenes a que "de verdad ensanchen la tienda, que ensanchen el corazón, que se atrevan a ir más allá, a dar pasos en la vida, necesitamos ser cristianos renovados".