El sacerdote que defendió su parroquia contra el comunismo en Vietnam rezando en silla de ruedas
Así estuvo el P. Jean Baptiste, bajo la lluvia, rezando con unas monjas a las que también les querían expropiar el terreno de su convento
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los católicos vietnamitas siguen dando gracias a Dios aún hoy, entre otras cosas, por poder seguir siéndolo. Agradecen tener una parroquia, un lugar donde reunirse en Ho Chi Minh-Saigón, la ciudad más poblada de Vietnam. Más aún cuando se acuerdan del que era su párroco y que haya hecho posible que ellos vivan su fe. Ese sacerdote era Jean Baptiste Le Dang Niêm, el sacerdote que defendió su parroquia contra el comunismo que gobierna Vietnam...hasta estando en silla de ruedas.
Tenía 81 años cuando falleció. Sólo hacía unas semanas en las que el P. Jean Baptiste seguía insistiendo en mantener el terreno de la parroquia ante los intentos del régimen comunista de expropiarlos.
Los fieles de la parroquia de Thủ Thiêm le recuerdan en Asia News como “un pastor que sabía cómo auxiliar y defender a su rebaño”. Esa defensa de los cristianos también le llevó a plantarse nuevamente ante el comunismo. El régimen quería demoler dos de las escuelas de las Hermanas Amantes de la Santa Cruz en 2015. El cura se plantó allí, junto a las hermanas, a rezar en silla de ruedas.
“Forzado a permanecer en una silla de ruedas, en aquella ocasión, el Padre Niêm también estuvo junto a las religiosas, que rezaban el Rosario y protegían el terreno”, cuenta la agencia. Esa imagen, la de un sacerdote de edad avanzada, rezando en silla de ruedas, se quedó en la memoria de muchos. Tanto es así, que uno de los fieles dijo que “en mi mente siempre permanecerá grabada la imagen de ese cura anciano, rezando bajo la lluvia. Esa noche fue un golpe para muchos vietnamitas, tanto en la patria como en el exterior”.
Asia News explica la estrategia que estaba siguiendo el gobierno para hacerse con las tierras para revenderlas. Las autoridades de Vietnam recurrían hasta a las amenazas y a las presiones para hacerse con las propiedades a precios bajos. Después, los volvían a poner a la venta. Sacaban por ellos “hasta 330 veces el valor de los inmuebles y se han repartido el dinero con otros ‘đại gia’ (peces gordos) y ‘grupos de interés’”.
Una de sus últimas grandes ventas iban a ser, precisamente, los terrenos que comprendían la parroquia y el convento de las monjas. Era mayo de 2018. Ese mismo mes, el padre Jean Baptiste lanzó un mensaje como respuesta: “En calidad de pastor de Thủ Thiêm, tengo el deber de gestionar la tierra de la parroquia y de sacrificar mi vida para proteger a la grey. La Biblia nos llama a ello, tenemos el deber de defender la verdad y la justicia. Somos los guías del pueblo de Dios, y sin embargo somos meros administradores parroquiales”.
Ya anciano, este cura seguía defendiendo que la parroquia no era suya, ni del gobierno, si no de quienes la hacían ser lo que es. Por eso, se comprometió hasta el final de su vida a estar a su lado. “Las personas (los fieles) son los propietarios de la tierra de la parroquia. Por tanto, debemos servir a los laicos. Los pastores deben respetar a su grey. Para la Santa Sede, debemos ser fieles. El pastor es fiel a Dios y protege a sus ovejas”, afirmó.
Esa lucha que este valiente sacerdote llevó a cabo hasta desde una silla de ruedas duro más de un año. El pasado mes de abril llegó la gran noticia. Tras la celebración de la misa, Mons. Joseph Do Mạnh Hùng, Obispo Auxiliar y Administrador Apostólico de Saigón, dijo a los fieles que que, con la nueva "política urbana" del gobierno, "la parroquia de Thủ Thiêm y la comunidad de las hermanas amantes de la Santa Cruz permanecerán en su lugar, porque son edificios históricos, culturales y religiosos”.
El P. Neim falleció 12 días después de este anuncio, producto de un derrame cerebral.