Chipre acoge el Encuentro de Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales de Europa

Chipre acoge el Encuentro de Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales de Europa

Agencia SIC

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La cultura del encuentro protagonizó la reunión anual de los Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales en Europa (CCEE), que se reunió del 29 de junio al 2 de julio en Chipre, la Isla de los Apóstoles Pablo y Bernabé.

l tema La cultura del encuentro se desarrolló principalmente con una reflexión sobre Europa y la Iglesia en Europa por parte del Secretario General, Mons.

, quien al cabo de 10 años dejará en septiembre próximo esta responsabilidad en la CCEE.

Posteriormente, el Arzobispo Maronita de Chipre, S.E. Mons. Youssef Soueif, anfitrión del encuentro, presentó una reflexión sobre "el alimento espiritual que Europa necesita", seguida de grupos de trabajo destinados a profundizar los desafíos y las experiencias de encuentro promovidas por las Conferencias Episcopales. Finalmente, se escucharon el testimonio de algunas redes de Iglesias europeas (Comece, Caritas Europa y Justicia y Paz) – experiencias de trabajo con el mundo de la política, la cultura, la pobreza – que demostraron cómo su misión se convierte en testigo de esperanza cuando proviene de una experiencia de fe vivida.

Tres categorías teológicas

Aunque hay muchos aspectos que podrían abocar a tener una visión negativa de la situación actual en el continente, sin embargo, también se observan signos que muestran que Europa está experimentando un Kairos (un momento, una oportunidad favorable) en el que se escucha la voz de Jesús diciéndo a sus discípulos "No tengan miedo … Yo estoy con ustedes" (Mt 28 5.20). En su reflexión centrada sobre Europa, el arzobispo maronita Youssef Soueif se basó en tres palabras clave que también son tres categorías teológicas, la OeKonomia de la salvación (la presencia y la acción de Dios en la historia), la Koinonia (comunión) y Diaconia (el servicio).

Los cristianos tienen la certeza de que Dios está siempre presente y activo en la historia, transformando las realidades que toca. Esta es la Oekonomía de la salvación. Después de la creación, que da testimonio del amor de Dios, la caída del hombre no fue la última palabra, y Dios, en Jesucristo, renovó a la humanidad con su perdón, dándole una nueva vida. La Iglesia encarna esa alianza entre Dios y la humanidad, testimoniando cuánto ama al mundo. Así es como la Iglesia, siendo en sí misma una comunión, se convierte en esperanza para Europa. La vida en Cristo, con Cristo y para Cristo es la belleza y la salvación de Europa. El servicio (diaconia) al otro, en particular a los más pobres, al que está llamado cada cristiano, era la tercera y última categoría teológica que trató Mons. Soueif.

La atención a todo lo humano en todas sus dimensiones es precisamente el carisma y el don que la Iglesia puede ofrecer a Europa. El cristiano no puede separar su relación con Dios del servicio a los hermanos. En otras palabras, la Iglesia en Europa, que nace del encuentro con Dios, está al servicio de esa cultura de encuentro que conduce a la reconciliación. Este es el compromiso constante que urge a la Iglesia católica en la isla de Chipre, que desde 1974 conoce la separación entre la zona griega y la zona turca.

Además, luego en los grupos de trabajo, los Secretarios Generales también conocieron cómo las Conferencias Episcopales desarrollan la cultura del encuentro y cuáles son los condicionantes, los puntos clave y los lugares que ayudan a la promoción de esta cultura.

La reunión mantenida en Chipre demuestra de nuevo lo importante que es la disposición para reunirse, escuchar y compartir, además de lo necesario que es respetar la diversidad cultural de todos, prestando especial atención a la educación de la cultura del encuentro. Esta reunión también fue una gran oportunidad para conocer y promover intercambios en torno a otras cuestiones actuales de interés común. Durante la reunión se presentó el informe anual sobre las actividades de CCEE.

En Chipre, los participantes se entrevistaron con varios metropolitanos ortodoxos y visitaron al arzobispo ortodoxo de la isla. También visitaron la sede de la televisión cristiana ecuménica SAT7. Por otro lado, durante la reunión el P. Jerzy Kraj ofm, Vicario Patriarcal para los Católicos Latinos en Chipre, Mons. Wahib Khawaja, Secretario General de la Asamblea de los Patriarcas y Obispos Católicos del Líbano y el Fr. Pietro Felet, Secretario General de la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa, han presentado sus respectivos informes.

La reunión estuvo marcada por varios momentos de oración y por varias visitas a diversas comunidades católicas locales. El domingo 1 de julio, los secretarios generales se reunieron con Caritas Cyprus Koinonia y se les informó sobre el trabajo que realiza para los migrantes y solicitantes de asilo.

Visitaron también las aldeas maronitas de Ayia Marina, Assomatos, Karpasha y Kormakitis, presentes en la parte norte de la isla, y compartieron una velada "por la paz" donde no faltó música, baile y canciones con los jóvenes, acabando luego con una cena preparada por el comité de la parroquia de Kormakitis.

Los participantes pudieron así experimentar la hospitalidad chipriota y, a su vez, ser testigos de la solidaridad con la comunidad maronita que, como también sucede con otras comunidades cristianas, desea regresar a sus poblaciones, que es una cuestión fundamental para la existencia y el futuro de la comunidad.

Desde Chipre, los secretarios generales han rezado por todas las situaciones que en Europa requieren la paz. También lo han hecho por la paz en Oriente Medio.

n Nicosia, los secretarios generales reafirmaron su compromiso de promover la cultura del encuentro dentro de la Iglesia y en las relaciones ecuménicas, lo que requiere una actitud de empatía y disponibilidad con el otro, además de la libertad de ser uno mismo. En la esencia de la reunión se encontraba una dimensión vertical, con Dios, y otra horizontal, con los hermanos, y por eso la Iglesia, comprometida con dar razones de esperanza, sale y va al encuentro del otro para proclamar el Evangelio de Jesús, que trae verdadera justicia y paz al mundo.