Elsa González: "Se hace un pe­rio­dis­mo de de­cla­ra­cio­nes o de pro­pa­gan­da; da­mos voz a quien tie­ne poco que de­cir"

Elsa González: "Se hace un pe­rio­dis­mo de de­cla­ra­cio­nes o de pro­pa­gan­da; da­mos voz a quien tie­ne poco que de­cir"

Agencia SIC

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La Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS) ha entregado los Premios ¡Bravo! 2018. El acto ha tenido lugar a las 12.00 horas del miércoles 23 de enero en la sede de la Conferencia Episcopal Española.

n nombre de los premiados la periodista

ha leído las palabras de agradecimiento por este galardón. Con este motivo ha in­sis­ti­do en cómo la "éti­ca y res­pon­sa­bi­li­dad son los gran­des re­tos del pe­rio­dis­mo", re­cor­dan­do a su vez que la "so­cie­dad ac­tual ne­ce­si­ta un ejer­ci­cio pro­fe­sio­nal com­pe­ten­te", para re­co­no­cer des­pués que "el pe­rio­dis­mo cons­tru­ye a dia­rio de­mo­cra­cia".

Palabras de Elsa González en nombre de los premiados

Se­ño­res obis­pos, sa­cer­do­tes, pe­rio­dis­tas? se­ño­ras y se­ño­res:

Gra­cias, de co­ra­zón, al ju­ra­do. Va­lo­ro su osa­día y su ge­ne­ro­si­dad.

Cuán­to hu­bie­ra dis­fru­ta­do mi pa­dre con vues­tra de­ci­sión. Lo hace, por los dos, mi ma­dre, que me ha guia­do por el ca­mino de la fe. Y mi her­mano, jun­tos com­par­ti­mos una gran pér­di­da. Agra­dez­co, muy es­pe­cial­men­te, a mis hi­jos ha­ber­me acom­pa­ña­do y apo­ya­do siem­pre. Me sien­to or­gu­llo­sa de ellos.

Gra­cias a mis ami­gos por es­tar con­mi­go. A mis alum­nos y com­pa­ñe­ros de pro­fe­sión: con mu­chos de vo­so­tros he apren­di­do y dis­fru­ta­do? en el dia­rio Pue­blo, en la SER, el CEU, TVE, aho­ra en Te­le­ma­drid. Y siem­pre en la COPE, mi casa du­ran­te dé­ca­das.

Hoy re­cuer­do muy es­pe­cial­men­te a quien me con­tra­tó, José Luís Gago. Una per­so­na lle­na de hu­ma­ni­dad e in­te­li­gen­cia, que ilu­mi­nó la in­tra­his­to­ria de la Ca­de­na. Se pro­pu­so con­ver­tir a la COPE en una ra­dio com­pe­ti­ti­va, sin aban­do­nar su iden­ti­dad. Como tes­ti­mo­nio co­lo­có en el din­tel de ac­ce­so a los es­tu­dios para en­trar en an­te­na, el men­sa­je que trans­mi­te San Juan. Casi un ju­ra­men­te hi­po­crá­ti­co para los pe­rio­dis­tas "La ver­dad os hará li­bres".

Gago fue un pe­rio­dis­ta de raza y de prin­ci­pios?

Como el maes­tro de re­por­te­ros pre­mia­do hoy, Tico Me­di­na.

La plu­ma há­bil de Luis del Val.

Los pro­fe­sio­na­les de "Aquí la Tie­rra".

El exi­to­so you­tou­ber, Da­niel Pa­jue­lo.

El ejem­plo so­cial de unos "Cam­peo­nes", que nos pre­sen­ta Álva­ro Lon­go­ria

Com­par­tir a tra­vés de la pu­bli­ci­dad con Con­tra­pun­to BBDO para Lo­te­ría Na­cio­nal

La hu­ma­ni­dad de La Voz del De­sier­to.

La pro­fe­sio­na­li­dad de OFI­CIA, de las dió­ce­sis de Ara­gón, y del se­ma­na­rio El Eco, de ladió­ce­sis de Si­güen­za-Gua­da­la­ja­ra.

Y el me­dio si­glo de la pu­bli­ca­ción Misa Do­mi­ni­cal.

En­ho­ra­bue­na. Lo digo con emo­ción. Re­ci­bi­mos un pre­mio que ins­pi­ra res­pe­to. La mis­ma con­si­de­ra­ción que pre­ci­sa y me­re­ce el Pe­rio­dis­mo en nues­tra so­cie­dad.

Per­mi­tid­me tam­bién que va­lo­re, muy es­pe­cial­men­te, el es­fuer­zo y la leal­tad de quie­nes me han acom­pa­ña­do du­ran­te ocho años al fren­te de la Fe­de­ra­ción de Aso­cia­cio­nes de Pe­rio­dis­tas de Es­pa­ña, la FAPE: Lle­ga­mos en ple­na cri­sis, con un mo­de­lo de ne­go­cio pe­rio­dís­ti­co que ha­cía aguas y que oca­sio­nó EREs, cie­rre de me­dios, pre­ca­rie­dad? Este equi­po tra­ba­jó in­ten­sa­men­te para for­ta­le­cer la ca­li­dad y la éti­ca. Sólo así, el pe­rio­dis­mo cum­ple su fun­ción de con­trol al po­der y ayu­da a ge­ne­rar una opi­nión pú­bli­ca crí­ti­ca y li­bre. Po­ten­cia­mos la crea­ción de co­le­gios pro­fe­sio­na­les. In­cor­po­ra­mos a la Aso­cia­ción de Ca­ta­lu­ña. La Fe­de­ra­ción cu­brió toda nues­tra geo­gra­fía. Y es que la uni­dad pro­por­cio­na fuer­za. Con­gre­so y Se­na­do apro­ba­ron, en pleno y por una­ni­mi­dad, el Ma­ni­fies­to de la FAPE en de­fen­sa del Pe­rio­dis­mo.

Tam­bién vi­vi­mos mo­men­tos de de­sola­ción como el se­cues­tro de seis re­por­te­ros. Uno de ellos, Pam­plie­ga, qué gra­to, fue Pre­mio Bra­vo el año pa­sa­do. Pe­rio­dis­tas con arro­jo que evi­tan el apa­gón in­for­ma­ti­vo en zo­nas de con­flic­to, a ve­ces, por 30 eu­ros la cró­ni­ca. Y quie­ro des­ta­car a los lla­ma­dos "fi­xer", esos in­for­ma­do­res lo­ca­les que ex­po­nen su vida y la de su fa­mi­lia, que per­ma­ne­cen?. cuan­do el co­rres­pon­sal se va.

[quote]Los me­dios de co­mu­ni­ca­ción ya no son los úni­cos in­ter­me­dia­rios de la in­for­ma­ción, pero aho­ra de­be­mos ser los úni­cos fia­bles.[/quote]

Tra­ta­mos de es­tar a la al­tu­ra, sin aho­rrar erro­res, por­que solo los que na­ve­gan, como de­cía Elliot, sa­ben lo le­jos que pue­den lle­gar. Y es tan útil la au­to­crí­ti­ca como fo­men­tar la au­to­es­ti­ma. Creo que la de­mo­cra­cia tie­ne una deu­da con la pren­sa.

Los me­dios de co­mu­ni­ca­ción ya no son los úni­cos in­ter­me­dia­rios de la in­for­ma­ción, pero aho­ra de­be­mos ser los úni­cos fia­bles. El fi­ló­so­fo, Da­niel In­ne­ra­rity cree que la de­sin­ter­me­dia­ción tie­ne mu­chos efec­tos de­mo­cra­ti­za­do­res, pero deja a las per­so­nas en una si­tua­ción de ma­yor vul­ne­ra­bi­li­dad. Y es que es­ta­mos so­bre­car­ga­dos por un flu­jo de opi­nio­nes que ape­nas po­de­mos pro­ce­sar y ase­dia­dos por co­rrien­tes emo­cio­na­les desata­das. El pe­rio­dis­mo es im­pres­cin­di­ble para esa me­dia­ción in­for­ma­ti­va pro­fe­sio­nal.

Y ante la fa­la­cia de que cual­quier ciu­da­dano es un in­for­ma­dor en po­ten­cia, al col­gar una no­ti­cia en la red, les ase­gu­ro que cuan­to ma­yor es el vo­lu­men de no­ti­cias más ne­ce­sa­rios so­mos los pe­rio­dis­tas? para des­ta­car con cri­te­rio lo sus­tan­cial, con­tex­tua­li­zar los he­chos y va­lo­rar su im­por­tan­cia, con­fir­mar, ana­li­zar la fuen­te y con­tar­lo con pro­fe­sio­na­li­dad. El buen pe­rio­dis­ta, afir­ma In­dro Mon­ta­na­ne­lli, no se li­mi­ta a des­cri­bir. Apor­ta va­lor aña­di­do a la ac­tua­li­dad.

Las re­des so­cia­les son fun­da­men­ta­les, pero como fuen­te in­for­ma­ti­va que es pre­ci­so con­fir­mar. El Pre­si­den­te Oba­ma fue el pri­me­ro en uti­li­zar­las y, des­de en­ton­ces, son ha­bi­tua­les has­ta para el Papa, con men­sa­jes hon­dos, cla­ros y con­ci­sos. Ca­rac­te­rís­ti­cas cla­ve de la co­mu­ni­ca­ción ac­tual.

La tec­no­lo­gía ha trans­for­ma­do los so­por­tes y la pro­pia teo­ría de la in­for­ma­ción. Pero, no ha mo­di­fi­ca­do los prin­ci­pios del pe­rio­dis­mo.

En la nue­va So­cie­dad de la In­for­ma­ción las no­ti­cias lle­gan a tiem­po real. In­ter­net ha mul­ti­pli­ca­do la ve­lo­ci­dad, pero no el ri­gor. Ese es el pa­pel del pe­rio­dis­mo, el me­jor alia­do para ve­ri­fi­car ru­mo­res y des­en­tra­ñar no­ti­cias fal­sas.

[quote]El pe­rio­dis­ta es el gran in­ter­pre­te crí­ti­co en la era de In­ter­net, por eso es im­pres­cin­di­ble una for­ma­ción ex­haus­ti­va y es­pe­cí­fi­ca[/quote]

Un ex­per­to en esta ma­te­ria, Marc Amo­rós, au­gu­ra que en 2022 la mi­tad de las no­ti­cias pu­bli­ca­das en re­des so­cia­les se­rán fal­sas. La úl­ti­ma ten­den­cia en fake news se lla­ma deep­fa­ke. Son men­ti­ras di­fun­di­das en for­ma­to de ví­deo con una tec­no­lo­gía que per­mi­te po­ner en boca de cual­quier per­so­na­je las fra­ses que se desee.

De qué sir­ven tan­tas po­si­bi­li­da­des de re­ci­bir in­for­ma­ción si su con­te­ni­do no es fia­ble. El pe­rio­dis­ta es el gran in­ter­pre­te crí­ti­co en la era de In­ter­net, por eso es im­pres­cin­di­ble una for­ma­ción ex­haus­ti­va y es­pe­cí­fi­ca, de la que fue pre­cur­sor el car­de­nal He­rre­ra Oria. El pe­rio­dis­mo, así, es mu­cho más que un ofi­cio.

El maes­tro de éti­ca, el co­lom­biano Ja­vier Res­tre­po, cree que si la Uni­ver­si­dad solo en­se­ña téc­ni­ca, el pe­rio­dis­ta sale sin ar­mas para en­fren­tar­se a un ofi­cio que, para ser digno, pre­ci­sa una gran re­ser­va in­te­rior. Fun­da­men­tal­men­te con­cien­cia? para dis­tin­guir la Ley de la éti­ca y ha­cer pe­rio­dis­mo hu­mano y hu­ma­ni­zan­te; ca­paz de adop­tar de­ci­sio­nes a la ve­lo­ci­dad que cir­cu­la la in­for­ma­ción.

Ética y res­pon­sa­bi­li­dad son los gran­des re­tos del pe­rio­dis­mo. Ka­pus­cins­ki no creía en el pe­rio­dis­mo im­pa­si­ble. Juan Pa­blo II se re­fe­ría a la ver­dad y a la so­li­da­ri­dad, como ele­men­tos cla­ves que per­mi­ten a los pro­fe­sio­na­les con­ver­tir­se en pro­mo­to­res de la paz.

Pero, no todo de­pen­de del pe­rio­dis­ta. Los go­bier­nos tie­nen la obli­ga­ción de for­jar ciu­da­da­nos crí­ti­cos y for­mar para va­lo­rar la in­for­ma­ción e in­ter­pre­tar los con­te­ni­dos. Por eso de­man­da­mos que se en­se­ñe a los ado­les­cen­tes la fun­ción de los me­dios de co­mu­ni­ca­ción. Es de­cir, el va­lor de la ver­dad. Y cómo, a ve­ces, no bas­ta con ex­po­ner­la. Como apun­ta­ba Aris­tó­te­les, con­vie­ne mos­trar la cau­sa de la fal­se­dad.

[quote]Los con­te­ni­dos se han ali­ge­ra­do, no siem­pre ofre­cen la pro­fun­di­dad que me­re­cen. Se hace un pe­rio­dis­mo de de­cla­ra­cio­nes o de pro­pa­gan­da y da­mos voz a quien tie­ne poco que de­cir.[/quote]

Y la res­pon­sa­bi­li­dad em­pre­sa­rial es enor­me. Al­gu­nos, atra­pa­dos por la cri­sis se han apea­do de la éti­ca. El pe­rio­dis­mo pre­ci­sa del mer­ca­do para ser li­bre, pero cuan­do la in­for­ma­ción se mer­can­ti­li­za deja de ser­lo. La co­mu­ni­ca­ción no es una in­dus­tria cual­quie­ra, po­see unas do­sis de ser­vi­cio pú­bli­co que le con­fie­re una res­pon­sa­bi­li­dad di­fe­ren­te, de­bi­do a su enor­me ca­pa­ci­dad de in­fluen­cia para trans­for­mar un país. En 1971, una mu­jer, Kat­ha­ri­ne Graham, con­vir­tió un pe­rió­di­co me­dio­cre, The Wa­shing­ton Post, en una ins­ti­tu­ción. No fue fá­cil apos­tar por la in­ves­ti­ga­ción de dos vein­tea­ñe­ros, el Wa­ter­ga­te.

Los con­te­ni­dos se han ali­ge­ra­do, no siem­pre ofre­cen la pro­fun­di­dad que me­re­cen. Se hace un pe­rio­dis­mo de de­cla­ra­cio­nes o de pro­pa­gan­da y da­mos voz a quien tie­ne poco que de­cir.

Mu­chos de­ba­tes no son más pro­fe­sio­na­les: se ha im­pues­to el es­pec­tácu­lo de la ten­sión, la po­si­ción po­lí­ti­ca pre­de­ter­mi­na­da y la po­lé­mi­ca como ne­go­cio te­le­vi­si­vo. El pre­mio Nó­bel, Var­gas Llo­sa, afir­ma que la se­cue­la de esta cul­tu­ra del es­pec­tácu­lo es el pro­ta­go­nis­mo que han al­can­za­do los bu­fo­nes. Ase­gu­ra que des­ba­ra­ta las fron­te­ras en­tre la ver­dad y la men­ti­ra, los va­lo­res mo­ra­les, la na­tu­ra­le­za de las ins­ti­tu­cio­nes y la vida po­lí­ti­ca. Es di­fí­cil po­ner­le freno y no li­mi­tar la li­ber­tad, de ahí que la cla­ve se ha­lle en la au­to­rre­gu­la­ción.

La so­cie­dad ac­tual ne­ce­si­ta un ejer­ci­cio pro­fe­sio­nal com­pe­ten­te, cons­cien­te de su po­der de in­fluen­cia; que pro­yec­te su sen­ti­do de la ver­dad, de la hu­ma­ni­dad y de la éti­ca; con ca­li­dad para ge­ne­rar cri­te­rio en la opi­nión pú­bli­ca. Y en esa mi­sión la mu­jer debe in­cre­men­tar su pa­pel. En las em­pre­sas pe­rio­dís­ti­cas el 75% de los car­gos di­rec­ti­vos lle­van nom­bre de va­rón.

[quote]La so­cie­dad ac­tual ne­ce­si­ta un ejer­ci­cio pro­fe­sio­nal com­pe­ten­te, cons­cien­te de su po­der de in­fluen­cia; que pro­yec­te su sen­ti­do de la ver­dad, de la hu­ma­ni­dad y de la éti­ca[/quote]

El pe­rio­dis­mo cons­tru­ye a dia­rio de­mo­cra­cia. Es li­ber­tad si se ejer­ce con res­pon­sa­bi­li­dad y ri­gor.

Pa­ra­fra­sean­do al fi­ló­so­fo Ja­vier Gomá, so­mos li­bres, aho­ra de­be­mos ser éti­cos. Es de­cir, per­se­guir ma­yor jus­ti­cia, equi­dad y hu­ma­ni­dad a tra­vés del pe­rio­dis­mo. Te­ne­mos que ser ca­pa­ces de ges­tio­nar la cre­cien­te com­ple­ji­dad del mun­do. Y solo po­de­mos ha­cer­lo con vo­ca­ción de ser­vi­cio a la ver­dad. Eso es pe­rio­dis­mo.

Son mo­ti­vos para lu­char y tam­bién para in­cre­men­tar nues­tra con­fian­za y de­ter­mi­na­ción.

Como dice la can­ción del gru­po ir­lan­dés U2: la me­lo­día más dul­ce es la que aún no he­mos es­cu­cha­do.

Reite­ro mi emo­ción y mi agra­de­ci­mien­to por el pre­mio.

Bue­nos días y bue­na suer­te.

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ECCLESIA ALVARO SAEZ

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Con Álvaro Sáez

Domingos a las 13:00h