Mons. García Beltrán anima a los periodistas a "encontrar la verdad, ponerla a la luz y ofrecerla a los demás"
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La Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS) ha entregado los Premios ¡Bravo! 2018. El acto ha tenido lugar a las 12.00 horas del miércoles 23 de enero en la sede de la Conferencia Episcopal Española. Este jueves es la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas.
a presidido Mons.
, presidente de la CEMCS. Al final del acto, el también obispo de Getafe se ha dirigido a los premiados: "vosotros hacéis que un mundo que a veces se muestra hostil y desharrapado, se nos presente como amable, agradable, simpático, jovial; vosotros sabéis encontrar su cara más humana, más amable, más simpática".
Reproducimos a continuación el discurso íntegro.
Discurso de Mons. García Beltrán, obispo presidente de la CEMCS
Queridos hermanos Arzobispos y Obispos, Secretario general de la Conferencia Episcopal, Queridos premiados de esta edición 2018 de los premios ¡Bravo!, Amigos periodistas y comunicadores, Delegados diocesanos de Comunicación, Señoras y señores:
[quote]El ambiente, la cultura, el tiempo en que vivimos es poco dado a una comunicación profunda, verdadera, de servicio a la persona y al bien común[/quote]
Este acto sencillo y entrañable, aquí en la sede de la Conferencia Episcopal, que cada año nos reúne para la ceremonia de entrega de estos premios ¡Bravo! que acabamos de realizar, es motivo de una especial alegría. En primer lugar, alegría para vosotros los premiados. Se reconoce en vosotros el trabajo, la dedicación, el bien hacer en el ámbito de la comunicación. No es un tiempo muy dado a los premios, ni es fácil ganar los pocos premios que hay en comunicación. El ambiente, la cultura, el tiempo en que vivimos es poco dado a una comunicación profunda, verdadera, de servicio a la persona y al bien común. Son estos tiempos que corren de poca profundidad, volátil, con demasiado amor a la prisa y poco dado al rigor, a la reflexión, al análisis. Por eso es vuestra alegría, ganar premios que reconocen el bien hacer, el servicio a la dignidad del hombre, la difusión de los valores evangélicos y de todo aquello que sirve para el bien común.
A vuestra alegría sumamos la nuestra. Quienes a diario salimos a los caminos de la vida en búsqueda de la verdad, la alegría, la paz hemos sido premiados con encontraros a vosotros en ese camino. Habéis puesto en nuestra vida artículos periodísticos con la experiencia y la agudeza de Tico Medina y Luis del Val; un mundo audiovisual lleno de verdad en el cine, con Álvaro Longoria y sus Campeones, en la música con La Voz del Desierto, en Youtube con Daniel Pajuelo y en televisión con el programa Aquí la Tierra; también en la publicidad hemos visto mucha humanidad en la campaña de Contrapunto BBDO para Lotería Nacional. Y nos alegra de un modo especial que nuestras Iglesias locales asuman los retos que nos presenta el mundo y la comunicación hoy, es lo que han hecho con sabiduría y eficacia las diócesis de Aragón con su Oficina de comunicación, y el semanario El Eco de Sigüenza-Guadalajara, y desde hace 50 años la Misa Dominical del Centre de Pastoral Litúrgica. Lo habéis hecho bien y por ello nos alegramos.
Con vuestros trabajos hemos querido destacar, en el premio ¡Bravo! especial el de Elsa González. Con una larga carrera periodística a sus espaldas, ha tenido el mérito final de entregar su vida a todos vosotros, profesionales de la comunicación, como presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). Ojalá la trayectoria vital y profesional de Elsa sean una invitación a tomar conciencia de la importancia de una profesión bien unida para cumplir mejor la misión que se os encomienda.
Todos vosotros hacéis que un mundo que a veces se muestra hostil y desharrapado, se nos presente como amable, agradable, simpático, jovial. La realidad es poliédrica y vosotros sabéis encontrar su cara más humana, más amable, más simpática.
[quote]Queremos reconocer una vez más el servicio que la comunicación hace a la sociedad. Es su trabajo encontrar la verdad, ponerla a la luz, ofrecerla a los demás. [/quote]
Para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales el Papa nos ha invitado a pensar en la cuestión de las communities y las comunidades. En el fondo, nos invita a pensar en cómo hacer que en los mundos digitales que las nuevas tecnologías están creando, se puedan formar comunidades de personas, que se interesan, que sirven unos a otros, que buscan el bien común, que trabajan por la paz. Vosotros, que hoy recibís los premios ¡Bravo!, sois un buen ejemplo de que lo que aquí hacéis se pueda transportar al mundo digital, tan real como este, pero con sus lenguajes, sus normas?, y también su necesidad de humanidad.
Hoy queremos reconocer una vez más el servicio que la comunicación hace a la sociedad. Es su trabajo encontrar la verdad, ponerla a la luz, ofrecerla a los demás. Cuando los medios cuentan la verdad la sociedad está en disposición de hacerse más fuerte. Lo decía el Papa Francisco en su mensaje navideño a la Curia con estas palabras, refiriéndose a los casos de abusos sexuales: "Me gustaría agradecer sinceramente a los trabajadores de los medios que han sido honestos y objetivos y que han tratado de desenmascarar a estos lobos y de dar voz a las víctimas. Incluso si se tratase solo de un caso de abuso ?que ya es una monstruosidad por sí mismo? la Iglesia pide que no se guarde silencio y salga a la luz de forma objetiva, porque el mayor escándalo en esta materia es encubrir la verdad". Es una oportunidad que todos debemos aprovechar, aunque la verdad anunciada sea incómoda o precisamente por ello.
El mundo de la comunicación cumple esta misión en medio de dificultades importantes. A las dificultades económicas que reducen los recursos para acceder a la información y poder contarla, hay que sumar los problemas originados con la llegada del mundo digital y el cambio de modelo comunicativo que esto está originando. Un modelo que exige una adaptación a una velocidad que no es fácil de entender y que no es fácil de asumir por muchos de nosotros. Todo va demasiado deprisa.
[quote]El esfuerzo que exige conocer la verdad es cada vez mayor. A las fuentes rigurosas se les da el mismo valor que a las interesadas, y estas llegan antes y mejor. [/quote]
Una de las primeras consecuencias de este modelo es que el esfuerzo que exige conocer la verdad es cada vez mayor. A las fuentes rigurosas se les da el mismo valor que a las interesadas, y estas llegan antes y mejor. Las noticias falsas se multiplican y difunden a más velocidad que las verdaderas y muchas veces empujadas por intereses ocultos. La información digital y el acceso directo a la información parecían garantizar un mundo donde la mentira perdería su espacio. Sin embargo, la experiencia nos muestra que el error y la mentira han encontrado un nuevo campo de desarrollo en el que se mueve a sus anchas.
A estas dificultades hay que sumar últimamente preocupantes ataques al secreto profesional que es tan necesario y que tanto apreciamos. Pensamos que, para desarrollar el periodismo, son necesarios espacios de confianza protegidos y privilegiados que deben ser respetados por las autoridades públicas, no para el bien de unos pocos, sino para el bien de la sociedad. Lo valoramos así porque también nosotros lo compartimos y somos testigos de la importancia y el valor que esos espacios tienen para el bien común.
Mañana celebramos S. Francisco de Sales, patrono de los periodistas. Entonces conoceremos la reflexión del Papa para la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebrará el próximo 2 de junio. Será un texto interesante para todos los que pensamos que la comunicación es paso imprescindible para la comunidad humana, os invito a leerlo y a compartirlo. Nuestro patrón, S. Francisco de Sales fue obispo de Ginebra, en el siglo XVI-XVII, creó y utilizó los medios de comunicación también para la difusión de la verdad del Evangelio. En uno de sus libros dejó escrito un mensaje que nos puede ayudar en nuestra vida de comunicadores. Con sus palabras quiero terminar, son palabras que nos invitan a todos a continuar nuestro trabajo, sin caer en dimes y diretes, orientados a un bien que es servicio a nuestra sociedad. Dice así S. Francisco de Sales: "Dejar que digan, escucharlo, sufrirlo todo; no espantarse por nada y continuar con fidelidad y buen ánimo".
Muchas gracias a vosotros, los premiados; muchas gracias a todos por vuestra presencia.